Aunque sea difícil de creer, Venezuela -uno de los países del mundo con mayores reservas de petróleo- agoniza desde hace tiempo asolada por una devastadora crisis derivada de la nefasta gestión económica y social llevada a cabo por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en las dos últimas décadas.
Durante estos largos años, ambos dictadores, sus familias y su entorno de confianza, se han enriquecido de manera indecente con cifras multimillonarias consiguiendo llevar a la quiebra a una nación que llegó a ser la quinta economía de América Latina gracias a sus recursos naturales, industria, minería y petróleo.
Pues bien, el país atraviesa en estos momentos por una situación que, entre otras cosas, ha provocado un colapso eléctrico de tal suerte que el Gobierno ha tenido que aprobar un decreto de medidas urgentes que ni más ni menos obliga al «racionamiento» de la electricidad.
La medida más relevante acordada es que los empleados públicos solo trabajarán los lunes y martes durante las próximas semanas. Asimismo los colegios descansarán los viernes. Ciertamente, más allá del efecto perturbador de la sequía de los últimos meses, lo cierto es que la infame gestión del sector energético de este último quinquenio se pone ahora de manifiesto. No conviene olvidar en este contexto que durante este periodo existen estimaciones de que el Gobierno ha destinado a este Ministerio 60.000 millones de dólares que se han dilapidado en inversiones desastrosas o han ido destinados a corruptelas y abusos de todo tipo y condición.
El llamado colapso energético se ha sumado a la mas que dramática situación que vive el país desde hace largos meses de escasez de alimentos y artículos de primera necesidad. El pueblo venezolano está bajo mínimos y es víctima de una situación que previsiblemente provocarà antes que después un irremediable estallido social.
Pero las cosas empiezan a moverse en una nueva dirección que está produciendo profunda preocupación entre Maduro y sus secuaces. Soplan malos vientos para la revolución. Así las cosas, la oposición está recogiendo una cantidad ingente de firmas para revocar a Nicolas Maduro. En dos días de movilización se han conseguido más de 1.100.000 firmas, que multiplica por cinco la cantidad que solicitaba el Consejo Nacional Electoral. Y en el entretanto la iglesia de Venezuela a través de la Conferencia Episcopal ha hecho público un comunicado demoledor contra Maduro y su gobierno poniendo en evidencia el desastre económico, el racionamiento del agua y la electricidad, las carencias en alimentación, la galopante corrupción de todos los estamentos políticos y el incremento de la delincuencia en el país.
Mientras todo esto ocurre, el inefable dictador y su mamporrero Diosdado Cabello cuestionan la legitimidad de las firmas y mantienen una aparente actitud de calma asegurando que agotarán su mandato hasta el 2018. Recordar que el citado Cabello es uno de los mayores corruptos de la historia reciente de Venezuela al que se atribuye una fortuna incalculable amasada tras dejar la carrera militar y apoyar a Chávez en el fallido golpe de estado contra Carlos Andrés Pérez en 1992 , pasando a ocupar posteriormente los cargos de Vicepresidente del Gobierno , Ministro del Interior , Ministro de Justicia, Ministro de Obras Públicas , etc. Actualmente su esposa Marleny Contreras es la Ministra de Turismo de Venezuela. ¿Quien da más?
Afortunadamente la mayoría de los ciudadanos venezolanos y en particular los opositores al Régimen van ganando terreno día a día y gracias al apoyo de la comunidad internacional conseguirán recuperar la libertad de este país que no se merece seguir secuestrado por mas tiempo en manos de un grupo de desalmados. El éxito de la imparable campaña de recogida de firmas para activar el referéndum para revocar al Presidente, la liberación de los presos políticos que antes o después será una realidad y la fuerza de un pueblo cargado de ilusión por recuperar sus valores y la ética terminarán por hacer justicia. Y aquí estaremos para contarlo.