Después de que Mariano Rajoy declinase su petición, finalmente Felipe VI ha propuesto al líder socialista, Pedro Sánchez, como candidato a la Presidencia del Gobierno. El nominado ha aceptado el encargo -«yo no soy Rajoy»- y mañana mismo iniciará conversaciones con Rivera e Iglesias para tratar de ser investido «en un mes».
Pedro Sánchez será candidato a presidente del Gobierno. Así se lo ha propuesto el Rey tras concluir su segunda ronda de audiencias, obteniendo una respuesta positiva por parte del líder del PSOE. «Yo no soy Rajoy», ha dicho Sánchez en rueda de prensa desde el Congreso de los Diputados, para confirmar que pedirá la confianza de la Cámara. Este mismo miércoles iniciará negociaciones con Podemos y Ciudadanos para tratar de fraguar una alianza a tres bandas que se presenta muy complicada, toda vez que tanto Pablo Iglesias como Albert Rivera han dicho que no pueden entenderse el uno con el otro en la conformación de un Gobierno.
El PSOE tiene que convencer a los emergentes para que no se veten entre sí en un pacto de Gobierno
El líder socialista se ve capacitado para hacerles rectificar y calcula que esa tarea le llevará alrededor de «un mes». Concluido ese tiempo, acudirá al hemiciclo con su plan para la legislatura, que estará conformado por políticas «reformistas y progresistas» estructuradas en torno a cuatro ejes: economía y empleo, lucha contra la desigualdad, regeneración democrática y Cataluña. Sánchez hablará en los próximos días «con todas las fuerzas políticas» y tenderá «la mano a derecha e izquierda», pero no buscará el entendimiento con el PP ni tampoco que los independentistas le despejen el camino.
Sus 90 escaños son insuficientes para formar Gobierno, al igual que un pacto sólo con Podemos+IU (161) o sólo con Ciudadanos (130). Necesita que ninguno vote en contra de su proyecto para salir victorioso -el PP (123) se opondrá a cualquier alternativa que no encabece-. Sánchez irá a la investidura aunque no haya logrado dichas adhesiones y sepa que naufragará. En ese momento, empezaría a contar el plazo de dos meses para que algún candidato consiga formar una mayoría de Gobierno. Si nadie lo logra, las Cortes se disolverían al cabo de esas ocho semanas y habría nuevas elecciones a finales de junio o principios de julio.
Sánchez dice que «por supuesto» se ve respaldado en el partido para iniciar su camino a La Moncloa
Sánchez designará en a mañana del miércoles a su equipo negociador, llamará a Rivera e Iglesias y les explicará sus planes. El primero ya ha dicho que le dará prioridad en sus conversaciones, pero que también abrirá una mesa de diálogo con el PP. Quiere que las tres fuerzas constitucionalistas se pongan de acuerdo para aupar a un «Gobierno de transición». Sánchez rechaza esa propuesta y no se plantea ni siquiera solicitar la abstención de los populares para facilitarle la investidura.
El secretario general de Podemos, por su parte, insiste en que «sólo hay dos opciones»: o el PSOE pacta con ellos y con IU o lo hace con C’s y el PP. Con los dos emergentes a la vez, como pretende Sánchez, «no es posible». El aludido se ha hecho eco de la tajante afirmación y ha pedido al líder morado que deje «los vetos» y empice a hablar de «soluciones» y de lo que tienen en común. Igualmente, sigue dando largas a la propuesta de Gobierno de coalición realizada por Iglesias, subrayando que no es momento de pensar «en sillones»: «El para qué determinará el con quién«.