El Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos de 2015 revela que casi la mitad de las empresas españolas del sector son micropymes, con menos de 5 empleados. La industria consigue atraer sólo un 7% del capital del extranjero sobre el total de las inversiones.
Pese a que hay 70 empresas más que en 2013 y que la facturación ha crecido un 31% con respecto al año anterior, la industria española todavía tiene mucho camino por recorrer hasta alcanzar los 1.000 millones que prevé ingresar en 2018.
El secretario general de la patronal de desarrolladores DEV, Antonio Fernández, cree que a la industria española “no se la puede calificar de madura”. “Hay muchísimos proyectos que a partir de una idea se constituyen en una empresa”, explica, por lo que el tamaño de las compañías es pequeño en muchas ocasiones.
Aunque la industria española no pueda calificarse como «madura», algunos estudios facturan cerca de 100 millones de dólares
No obstante, matiza, hay estudios como Social Point, que factura cerca de 100 millones de dólares al año. “En España tenemos 20 o 25 empresas punteras a nivel internacional; no tienen el tamaño de las top 10, pero en unos años se pondrán a ese nivel”, vaticina.
Entre las empresas españolas que han cobrado relevancia internacional en los últimos años están Mercury Steam, que ha diseñado varias entregas de la histórica saga Castlevania para la multinacional nipona Konami, y Novarama, responsable del desarrollo de los videojuegos infantiles de realidad aumentada Invizimals.
Otra de las razones por las que no se aprecia un despegue en las ganancias del sector es que las empresas que se constituyen no siempre consiguen rentabilizar la inversión en el medio plazo, especialmente si diseñan juegos para dispositivos móviles, apunta Antonio Fernández.
“En los juegos de videoconsola, la ventana de explotación es hasta los 3 meses después de su lanzamiento. En el mundo del juego móvil, la ventana de explotación alcanza su punto álgido a partir del primer año de lanzamiento”, subraya este responsable.
Radiografía del sector
Esta industria, que incluye también el desarrollo de herramientas basadas en los videojuegos para marketing -“gamificación”- y formación -“juegos serios”-, empleaba a finales de 2014 a 3.376 trabajadores de forma directa, lo que supuso un incremento del 28% con respecto al año anterior.
De forma indirecta, el número de puestos asciende a 6.632. Esto se debe a que el sector se sustenta a menudo en las subcontratas para completar determinados proyectos, aclara Fernández.
El 95% de los empleados tiene menos de 45 años
Se trata de un ámbito de actividad muy joven, en el cual el 95% de los empleados tiene menos de 45 años y donde el 82% de las empresas cuentan con menos 10 años de vida.
De cara al futuro, adelanta Antonio Fernández, la mejora del panorama de los videojuegos desarrollados en España dependerá de la capacidad del Gobierno para desarrollar medidas que fomenten, a través de los incentivos fiscales, la inversión en el sector y la llegada de capital extranjero. Porque lo demás, sostiene, ya lo tenemos: “hay creatividad, hay calidad, hay cualificación y hay talento”.