Un continente con una red eléctrica muy deficiente, al igual que su casi inexistente infraestructura de línea fija, pero que sin embargo cuenta con una importante red de telefonía inalámbrica. Así es África, dónde el número de ciudadanos comunicados por el móvil no para de crecer.
En África se ha producido una verdadera revolución móvil que ha llevado a millones de africanos a hacerse con toda clase de dispositivos. Así, en Kenia, el pasado año podíamos hablar de más de 31,3 millones de terminales para una país de 43 millones de habitantes. Los motivos, el alto precio de las líneas fijas, la necesidad de comunicación, el bajo precio de los terminales y el nacimiento del sistema de pago móvil.
Sí, esa forma de pago que a muchos les parece hoy tan revolucionaria lleva funcionando desde 2005 en el continente africano, cuando la compañía keniana Safaricom creó el servicio sambaza que permitía traspasar parte del saldo de tu teléfono a otra persona. Después, ya en 2007, esta misma compañía lanzó M-Pesa para enviar dinero y realizar pagos vía móvil. Las largas distancias, las molestias de trasladarse hasta un banco a sacar dinero y el hecho de que muchos africanos no contaran con cuentas bancarias propició el desarrollo de este modo de pago.
Los smartphones aún no tienen una gran implantación en África, pero lo cierto es que la conexión a internet también está empezando a ganar seguidores, aunque por ahora son las tarjetas prepago las reinas del continente y el servicio de SMS el más utilizado. Según un estudio realizado por Pew Research Center, el 34% de los sudafricanos y el 27% de los nigerianos cuentan con un teléfono inteligente, lo que significa que tiene acceso a la red de datos. Aunque también hay que destacar que existen otros países como Tanzania y Uganda, donde estos datos no llegan al 10%.
Con el crecimiento del mercado móvil se consigue que los africanos estén más comunicados, e incluso se estudia que conociendo la ubicación y concentración de población gracias a la telefonía móvil pueda mejorarse el sistema de red eléctrica. Pero mientras esto ocurre, el acceso a consejos de salud, a información meteorológica, noticias, redes sociales y aplicaciones que favorecen la alfabetización protagonizan la lista de ventajas que supone el uso del móvil en el continente africano.
Los agricultores, que tienen un gran peso en África, encuentran en el móvil una herramienta que les facilita el trabajo, pues a través de él acceden a información sobre el clima, automatizan los procesos de riego y consultan los precios de los mercados a tiempo real. En temas de salud, pueden recibirse consejos de forma que todo el mundo pueda tener acceso a una especie de servicio sanitario a través del teléfono, pues recordemos que existen zonas aisladas que tienen un difícil acceso a la sanidad. Además, el móvil también es de gran utilidad a la hora de ofrecer información a la población en caso de inundaciones u otras catástrofes, al igual que para difundir alertas de epidemia para tratar de frenar el contagio.
La telefonía móvil sirve de impulso para los comerciantes y ofrece a los ciudadanos informaciones que escapan al control de los medios de comunicación del país. Una mayor libertad, que también se ve reflejada en el mayor uso que comienza a hacerse en el continente de las redes sociales, sobre todo por parte de los jóvenes, y que significa una mayor apertura de África hacia el exterior.
Los fabricantes de smartphones se frotan las manos
Este desarrollo tecnológico que está llevando a cabo el continente deja las puertas abiertas a las grandes marcas, que encuentran en África el escenario perfecto para vender sus smartphones de gama baja a un precio asequible. Las empresas fabricantes de teléfonos llevan tiempo realizando dispositivos pensando en los países en vías de desarrollo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, llegando a pasar de tener redes 2G a 4G a una gran velocidad.
Las empresas chinas quieren tomar la delantera, pues como ya sabemos sus precios son muy competitivos. Si atendemos a los beneficios que generan las ventas de smartphones, estos no son muy altos, ya que los dispositivos llegan a venderse a un precio inferior a 50 dólares.
En 2014 Mozilla anunció el desarrollo de un teléfono inteligente con Firefox OS que costaría tan solo 25 dólares, un móvil que llega está semana a Senegal y Madagascar, según ha publicado la compañía en su blog. Este es el precio que los africanos buscan pagar por sus teléfonos, el precio que llevaría a que el número de habitantes en África usuarios de un smartphone creciera notablemente.
El camino a seguir para que los teléfonos inteligentes se conviertan en habituales en África pasa también por el descenso del precio de acceso a internet, pues de nada sirve poder comprar un smartphone si luego no puedes pagar la conexión a la red.
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