Los empresarios españoles quieren aprovechar las oportunidades de negocio que podrían presentarse a raíz del Brexit. Esta es una de las principales conclusiones del informe ‘La empresa española ante el Brexit’ elaborado por KPMG con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Una de las principales conclusiones es que un 19% de las empresas con exposición al Reino Unido admite que la salida del país de la UE podría generar oportunidades para su negocio, al tiempo que un 36% no descarta que esto pueda ocurrir en el futuro.
Por sectores, servicios profesionales (56%), sector financiero (32%) y tecnología, telecomunicaciones y medios (27%) son los más optimistas al respecto, en contraste con los directivos del sector automoción, que son los únicos que descartan de forma mayoritaria (69%) encontrar oportunidades de negocio ante este acontecimiento.
El optimismo de algunas empresas se produce ante uno de los hitos geopolíticos más importantes de las últimas décadas: la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, que ha abierto un escenario de incertidumbre totalmente inédito y con consecuencias sobre sus modelos de negocio aún desconocidas.
El impacto sobre el sector exterior español será importante, si tenemos en cuenta que casi la mitad de las compañías encuestadas, un 45%, mantiene algún tipo de relación comercial o económica con el Reino Unido. Entre los vínculos más comunes destacan las exportaciones (16%) y la presencia de filiales en las islas (12%).
En palabras de Antonio Hernández, socio responsable de Brexit e Internacionalización de KPMG en España, “los resultados de la encuesta confirman el carácter estratégico del mercado británico para las empresas españolas”.
Como resultado de estos fuertes vínculos, las empresas identifican ya algunas áreas del negocio que, de uno u otro modo, se verán afectadas; principalmente, el área financiera (51%), el área fiscal (36%), el modelo de negocio (35%), el área legal (33%) y la cadena de suministro (31%).
Optimistas, pero con retos
A pesar del moderado optimismo, las compañías son conscientes de que el nuevo panorama trae consigo significativos retos. En este sentido, los empresarios consideran que la depreciación de la libra (58%) y la contracción de la economía británica (50%) son los principales desafíos inherentes al Brexit.
Para Antonio Hernández, “estos resultados son congruentes con los efectos macroeconómicos que ha tenido el Brexit hasta la fecha: una depreciación de la libra respecto al euro de más del 10% desde el referéndum, pese a los recientes repuntes, y unas menores perspectivas de crecimiento para Reino Unido en 2017, pese a las recientes revisiones al alza (a título de ejemplo, el FMI en sus previsiones de enero de 2017 estima que el PIB británico crecerá un 1,5% en 2017, frente al 2,2% que estimaba antes del referéndum)”.
Además, las previsibles barreras arancelarias y los cambios regulatorios destacan también como áreas de impacto para cuatro de cada 10 directivos.
A lo largo de este año está previsto que comience a articularse la nueva relación de Reino Unido con la UE. Sin embargo, no parece probable que, en el corto plazo, vayan a despejarse todas las incógnitas en torno al acuerdo final. Aun así, Antonio Hernández considera que “un proceso de semejante trascendencia exige anticipación mediante una adecuada planificación estratégica”.
Así lo estiman también la mayoría de las empresas españolas: un 65% tiene intención de elaborar un plan de contingencia para hacer frente a sus consecuencias. De ellas, un 22% ya lo ha hecho y un 43% tiene previsto llevarlo a cabo próximamente.