Hablar del futuro y cómo será la economía es complejo. Incluso faltando apenas dos o tres años para que el 5G a nivel industrial y comercial sea una realidad en todos los países, es difícil advertir cuál será su impacto. No obstante, Ericsson ha querido ir un paso más allá, y se atreve a pronosticar lo que supondrá para el mercado español una vez que esté en marcha.
Así, además de las ventajas que supondrá para los usuarios (mayor velocidad, menor latencia, IoT, etc.), el 5G traerá un beneficio para España al generar un mercado de 23.300 millones de euros en 2026. El motivo sería la aplicación de esta tecnología para la digitalización de las industrias, según un estudio de Ericsson y la consultora Arthur D. Little.
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El estudio, ‘El potencial de negocios de 5G – Digitalización de la industria y otras oportunidades‘, señala que la transformación digital de industrias como la energía, la fabricación, la seguridad pública y la salud, tendrán una mayor relevancia en este cambio. No obstante, durante la presentación del estudio, el responsable de Estrategia y Marketing de Ericsson España, Iván Rejón, ha señalado que, sobre todo, este impacto se verá en los negocios que ahora mismo no están resueltos mediante 4G o soluciones de internet de las cosas.
Quizá esa es la gran diferencia. Matiz, añade Rejón, que coloca al 5G como una evolución de lo que hay ahora mismo, y no una revolución, pese a los cambios disruptivos que podrá generar en el mercado. Un ecosistema, por cierto, que dejará -paradójicamente- a los operadores de telecomunicaciones un tanto al margen. Así, el estudio estima que su crecimiento económico con la llega del 5G seguirá más o menos plano, como sucede en la actualidad en el sector telco. Mientras, las empresas que han nacido al amparo de la economía digital y las plataformas, serán las que verdaderamente peguen el estirón de negocio con la implantación de la tecnología 5G.
Qué futuro tendrá el 5G en España
Por lo que respecta a la parte española del estudio, quizá lo más significativo es hacia dónde se orientará la inversión que traiga con sigo la tecnología 5G. El sector industrial y manufacturero, junto al energético serán los dos grandes receptores de esta innovación. Ambos acapararán cerca del 40% del negocio generado por esta tecnología.
Asimismo, los temas de seguridad pública (13%) y salud (13%) serán los otros grandes sectores que verán incrementado su negocio cuando el 5G esté consolidado en el mercado, puesto que se habla de la proyección sobre 2020/26.
Aunque todo esto no será tan sencillo. En primer lugar porque los grandes tractores de este cambio, las telecos, por el momento no tienen mucha prisa por la llegada de la licitación del nuevo espectro por el cual circularía el 5G. Por intereses corporativos, a los que se añaden las televisiones, la calma es abundante. Y además hay tiempo hasta 2020. Por otra parte, y aquí afecta a todos los actores, se necesita de ayudas y colaboraciones públicas, sobre todo de intermediación, que ahora empiezan a explorarse.
En otro aspecto, y teniendo en cuenta el tejido público español, Iván Rejón ha destacado durante la presentación que si los distintos gobiernos locales y regionales quieren disponer de las mejores prestaciones tecnológicas que ofrezca el 5G, deben estar dispuestos a cambiar los modelos de negocio, así como los sistemas de contratación, y su tipología. Sobre todo para que el acceso y los costes sean adaptados a todos los presupuestos.