Con el año finiquitado es inevitable hacer balance y ver cuál ha sido la principal sorpresa en los mercados financieros sobre el ejercicio que acabamos de terminar. Sin lugar a dudas, en este ejercicio 2017, el principal activo que se lleva el galardón de la mejor sorpresa del año ha sido el tipo de cambio Euro/Dólar.
Comenzamos el año con el cruce entorno a los 1,05 y era impensable creer que durante el resto del año no íbamos a ver la paridad en el tipo de cambio, ya que no sólo por motivos técnicos y fundamentales, sino que la coyuntura económica actual y la gran apreciación producida por el Dólar hacía que todos los focos apuntasen a dicha paridad.
La cuestión es que a principios de enero todos creíamos que esta paridad sería inminente, simplemente en un corto plazo podríamos verla impulsada, entre otras cosas, por un desplome fundamental del Euro, que lo lógico hubiese sido que se hubiera prolongado en el tiempo. Pero mucho más lejos de la realidad llegó a tocar mínimos en el entorno de 1,03 y ,entonces, se produjo un tensionamiento brutal desde donde el precio comenzó a rebotar de una manera mucho más abrupta de lo que nos tiene acostumbrados este par.
Esta situación supuso un cambio de tendencia importantísimo en lo que podría parecer un mero rebote sin importancia antes de volver a retomar las caídas, pero fue realmente un cambio de la tendencia primaria que ha desembocado en un cierre anual, prácticamente en máximo en niveles de 1,20
Es difícil proyectar el sesgo con el que va a continuar durante este nuevo ejercicio 2018, porque visto lo visto, el año pasado puede que nos volvamos a llevar una sorpresa aún, creyendo actualmente que bastante ha subido y que no puede hacerlo mucho más, pero la experiencia nos obliga a ser cautos.
Daniel García es analista en XTB