“Probablemente tú, lector de este panfleto, tengas en casa (…) alguno de esos libros superventas para oficinistas como ‘1001 películas que hay que ver antes de morir’, ‘1001 discos que hay que escuchar antes de morir, ‘1001 páginas de Facebook que hay que seguir para permanecer en el rebaño’, ‘1001 tópicos que te llevarías a una isla desierta’…” Así de fuerte comienza Homer-Vision , un espléndido fanzine editado en encomiable esfuerzo old-school por un histórico del terreno, Frunobulax. O, como firma todos los textos en esta ocasión, Bruno Lafoux.
Homer-Visión – Las 1001 películas que Homer Simpson vería antes de morir.
Libritos Jenkins, 2015
El resultado es todo un señor fanzine por filosofía y textura, pero también, realmente, un librito: 68 páginas de texto apretado y múltiples fotos en blanco y negro (como debe de ser) en el que el autor utiliza a Los Simpsons como excusa (Frunobulax es autor de Tebeos de los Simpsons, en el que analiza la influencia en la cultura popular de la serie de Matt Groening), para explicar cómo sería una mañana ante la televisión de Homer. De ese modo se introduce en el oscuro mundo de las mixtapes, cintas recopilatorias, originariamente en formato VHS, que mezclaban desde tontunas y trompazos que hoy vemos con disciplencia por Youtube y que empezaron a existir desde que se propagó el uso de las cámaras de vídeo domésticas, a las más macabras escenas de muerte ante las cámaras, y que hoy vemos… bueno, cada vez que ponemos el Telediario. Homer-Vision se encarga de rebatir a todo el que crea que nunca ha consumido productos de este tipo: qué son, si no, éxitos de nuestra televisión como Videos de Primera, Impacto TV o más recientemente, APM?. Mixtapes de la generación catódica, recopilaciones de dolor y risas (dependiendo de si los castañazos van acompañados de música de Benny Hill o no) que Homer-Vision ejemplifica en los vídeos de fails de youtube, pero cuyos orígenes rastrea con gusto e inteligencia.
Así, por las páginas del fanzine no solo pasan éxitos catódicos herederos del espíritu mixtape, como Jackass, Beavis y Butthead o el Retrospect de La hora chanante, sino los mismos cimientos del género: películas mudas de temática morbosa o quirúrgica, proto-parkour decimonónico, comedieta de sketches silentes. Y más adelante, el género mondo, con Este perro mundo y toda la avalancha de documentales mórbidos de los setenta a la cabeza. Hasta llegar al primer éxito videoclubero de las mixtapes: Caras de la muerte, un atroz mixtape de impacto que alcanzó cifras millonarias de alquiler en todo el mundo. Todo ello configura el género tal y como lo conocemos hoy, y Homer-Vision completa su repaso con un impresionante diccionario en el que se reseñan decenas de estos títulos: 42nd Street Forever, Atomic Shock Party Tape, Cathode Fuck, Found Footage Festival, Lost & Found Video Night o el clásico Retard-O-Tron, entre muchos otros.
Frunobulax salpimenta este repaso por miles de películas que muchos jamás veremos con un sentido del humor que distancia de la materia, en algunos casos algo extrema, pero que también revela una auténtica fascinación y respeto por los héroes de los dos vídeos conectados. Aquellos que cogen lo mejor del telediario, lo mejor de los trailers que venían al principio de las películas, lo mejor del cine gore y lo mejor del porno setentero y lo mezclan sin orden ni concierto con una sola misión: que te quedes como Homer. Lo dicho: héroes.