Los bocaditos de salmón con queso reciben al visitante. El frigorífico color turquesa a juego con la encimera proporciona tranquilidad, un aire cool y transmite un mensaje de incierta calidez. No se trata de ser “happy flower”, dice Carmen Bustos, fundadora de Soulsight, “se trata de contar menos y hacer más”.
Es probable que los bocaditos de salmón no estén siempre a la vista. De hecho, también es posible que en Soulsight no todos los días entre el sol por la ventana. Habrá jornadas de estrés, voces que se entremezclan y plazos que duran menos de lo previsto. Al final, por mucho que la mente gobierne (o lo pretenda) nuestras acciones, la rutina nos hace cómplices de la realidad.
Carmen Bustos, fundadora de Soulsight, quiere dejar claro que su negocio es una consultoría, pero a su manera. Mejor dicho, a la manera de sus 16 trabajadores. Entre ellos hay un filósofo, una actriz, gente del mundo de la publicidad… puro eclecticismo conceptual. Asegura que no se trata de postureo. Una consultoría que transversalmente trata con clientes de banca, retail o telco, tiene que estar preparada para todo. Más cuando pretende dar un enfoque diferente y esa es su propia estrategia de mercado.
La consultora lleva doce años en este negociado. Tiene clientes como Axa, Desigual, BBVA, Movistar, Cinfa o ING (también están en Latinoamérica y Estados Unidos). Cada uno de su madre y su color. ¿Pero qué pueden buscar ellos en una consultora con oficina de techos altos y post-it en las paredes? “Procesos de diseño estratégico”. Carmen lo define así, a vuelapluma, dejando entrever lo que son y lo que quieren. Concretamente propone nuevas ideas bajo la premisa de que no es una metodología sino un enfoque en el que se involucran todos los actores del proceso y cuyo último objetivo es ofrecer valor real a las personas. Las citas para un buen libro siguen saliendo, “nosotros no tenemos soluciones, sino que construimos soluciones”.
Frase a frase, con planteamientos simples, lo que intentan transmitir a sus clientes se hace real. Se habla de ética, responsabilidad social corporativa no como algo añadido, sino como responsabilidad social sin más. “Hemos perdido algún cliente por nuestros principios”. Argumentos transparentes, declaraciones transparentes.
¿Qué hacer y cómo?
Soulsight se siente en la sombra. Pequeño ante esos grandes con corbata y portada de diarios económicos. Por eso decide abrir las puertas a la prensa. Preparan sus bocaditos de salmón con queso. ¿Quieren transmitir lo que son o son lo que transmiten? La pregunta está en el aire. Para Carmen lo fundamental es entender cómo cambia el mundo. Precisamente esa es su crítica a las empresas que quizá todavía no han confiado en ellos. Ética, responsabilidad social… surge de manera involuntaria en la conversación. Carmen está convencida de que es hora de “generar ecosistemas con talento”.
Han preparado un taller práctico con diversos periodistas. Pretenden simular el proceso mediante el cual llega una empresa, la ponen en el centro de todo y la engalanan para que salga a decir lo que de verdad quería decir. La visión de Carmen es clara: “Si nos has sabido adaptarte tú, cómo vas a conseguir que los demás se adapten”. No quiere que estas palabras se tomen como una crítica a otros consultoras (esas de las corbatas y las portadas), cada uno tiene su espacio, cada uno lo hace a su manera. Quizá lo de menos sean los bocaditos de salmón. Al final el resultado es lo que importa.
Carmen asegura que sus clientes salen contentos. Advierte de que intenta no engañarles. Un proyecto entra y sale terminado, sin medias aristas que limar. No se trata de cebar al cliente para que siga contratando los servicios.
[Gritos y silbidos] Dos salas (o habitaciones del pensamiento) más allá se oye una algarabía considerable. La gente aplaude. “Son los que estaban haciendo cosas con una entidad financiera”. Algo ha debido de salir bien. O lo mismo es una rutina de grupo de “modernos”.
Sea como sea, las frases que definen a Soulsight siguen verbalizándose en Carmen. “Las empresas se tienen que dar cuenta de su valor social, de lo contrario no evolucionarán”. Esa es buena, pero la siguiente es mejor: “Nosotros estamos aquí para generar tensión creativa”. No hay postureo. Detrás de todas esas palabras acampan formas concretas de pensar. Carmen explica que a sus clientes no les hacen “power points”. Prefieren pintar en las paredes sobre carteles. Según ella se trata de desarrollar el pensamiento creativo. Aceptamos pulpo. En el taller práctico todo está sobre la pared. Colores, post-it, esquemas… realmente se siente dinamismo, actitud creativa… Ahora bien, ¿todo eso vale para una empresa del Ibex-35 que cada día mueve en el mercado millones de euros?
Ejemplos del “sí se puede”
¿Por qué no? Esa es la pregunta final. ¿Por qué no pueden ser las empresas más éticas?, ¿por qué la responsabilidad social debe ser un añadido y no una estrategia? Soulsight ayuda a las empresas, es una consultoría. Pero lo quiere hacer a su manera, con sus procesos creativos, su visión de que las cosas deben afrontarse de manera distinta.
Salen ejemplos. Pepephone es uno de ellos. Recientemente ha devuelto a sus clientes parte de su factura porque tuvo problemas con los servicios 4G. ¿Postureo? Seguramente no, dice Carmen. No quieren engañar a sus clientes, no tienen por qué. Son pequeños, un OMV olvidado de los grandes circos, pero que factura con solvencia 60 millones de euros. Su intención es la de hacer cómplice al usuario, estar a su nivel.
El taller se termina. El borde de los bocaditos de salmón queda reseco. El aire acondicionado ha jugado su papel. ¿Puede un nuevo modelo de consultoría ser posible? Carmen se empeña después de doce años en demostrar que sí.