El presidente de BBVA, Francisco González, ha alabado la gestión del Gobierno del PP en la última legislatura. Sin hacer mención explícita a ningún partido, pero en respuesta a varias preguntas sobre su opinión de un futuro Ejecutivo de coalición liderado por PSOE y Podemos, González se ha referido a que algunos partidos -en clara alusión a la formación morada- se fijan en el modelo de Venezuela.
«Guste o no guste» a algunos, los últimos cuatro años de Gobierno han dado como resultado «unos números muy positivos» y se han acometido una serie de reformas económicas que permitirán a España crecer un 2,7 % este año a pesar de la inestabilidad política.
El banquero augura además que España puede crear «muchísimo empleo», con lo que la tasa de paro caería por debajo del 10 % en tan solo cuatro años y a finales de 2019 estaría en el 9,7 %.
Pero para ello es necesario que el nuevo Gobierno sea «realista» no cree utopías ni frustraciones y sea consciente de que «en economía no hay atajos», y la clave es crear empleo y riqueza porque la experiencia ha demostrado que hay políticas que fracasan.
Hay países que, aunque no están cerca, están muy presentes para España, en clara alusión a Venezuela, por lo que en su opinión «sorprende que se hable de esas cosas en el siglo XXI».
En el plano financiero, el banquero advierte de que habrá una concentración mucho más rápida que en el pasado y muchos bancos desaparecerán y solo sobrevivirán aquellos que se hayan preparado para el cambio tecnológico.
En el caso concreto de España, considera que la oleada de fusiones no se iniciará hasta «dentro de dos o tres años, quizás cuatro», pero en cualquier caso todo dependerá de la «presión» sobre los actuales equipos directivos y los accionistas.
Las entidades más débiles empiezan a notar las dificultades especialmente en sus cuentas y en la cotización, por lo que la solución más fácil para ellas sería una fusión con un banco más fuerte para evitar los errores del pasado.
El BBVA estudiará cualquier posible operación pero insiste en que tiene «bastante comida en el plato» y otros planes en mente, entre ellos profundizar en su transformación digital y crecer en mercados claves como México, Estados Unidos, Turquía y también España.
De hecho, en Cataluña aspiran a ser la primera entidad, por delante de CaixaBank, aunque González admite que no será fácil y llevará su tiempo.
Resultados al alza
El banco BBVA ganó 2.642 millones en 2015, un 0,9 % más que un año antes. El avance se vio lastrado por el impacto negativo de la incorporación a las cuentas del banco turco Garanti y otras operaciones corporativas, pues sin ellas el beneficio hubiera crecido un 43,3 %, hasta 3.752 millones.
En España, BBVA ganó 554 millones porque aunque el negocio bancario le reportó un beneficio de 1.046 millones, un 21,9 % más, el área inmobiliaria perdió 492 millones, un 45,4 % menos.
En Estados Unidos ganó 537 millones; en Turquía, 371 millones; en México, 2.090 millones y en América del Sur, excluido Venezuela, 905 millones.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses, que recoge los ingresos, creció el 8,7 % en un entorno de tipos históricamente bajos, hasta 16.426 millones.
El margen bruto -que añade los ingresos por comisiones- marcó un máximo histórico tanto trimestral como anual, hasta 23.680 millones, un 10,9 % más, mientras que el margen neto se situó en 11.363 millones, un 9,2 % más, tras unos gastos que crecieron el 12,5 %, a consecuencia de las operaciones corporativas realizadas.
BBVA cerró 2015 con una morosidad del 5,4 %, frente al 5,8 % de un año antes, y la cobertura de la cartera crediticia se situó en el 74 % frente al 64 % de 2014.
La entidad mejoró su solvencia y la ratio CET1 -que mide el capital de máxima calidad- aumentó hasta el 12,1 %, que en términos «fully-loaded», es decir, que adelanta los futuros impactos de la normativa de Basilea III, quedó en un 10,3 %.
