El ministro español en funciones de Economía, Luis de Guindos, se ha mostrado este lunes cada vez «más convencido» de que la sanción que se podría imponer a España por incumplir con sus compromisos de reducción del déficit será de «cero» euros.
«Cada día estoy más convencido de que la sanción va a ser cero», aseguró el ministro a su llegada a la reunión del Eurogrupo, en el que sus homólogos de la eurozona discutirán el proceso abierto contra España y Portugal por no cumplir con las metas de disciplina fiscal que habían asumido el año pasado.
La Comisión Europea publicó la semana pasado su opinión, en la que establecía que España y Portugal no han tomado «acciones efectivas» para contener sus desvíos presupuestarios, una decisión que hoy será tratada en el Eurogrupo y adoptada con toda probabilidad mañana en el Ecofin, según fuentes comunitarias.
En el caso de que los ministros respalden en dictamen de la Comisión, la institución tendrá que presentar una recomendación para multar a ambos países, con una sanción que puede elevarse hasta un 0,2 % del PIB nacional, es decir, 2.200 millones de euros en el caso español, pero que también puede ser simbólica y reducirse a cero.
De Guindos afirmó que va a trasladar a sus homólogos los «argumentos para que no haya sanción para España, que sea sanción cero», entre los que mencionó los esfuerzos hechos por el país para reducir su desvío fiscal en los últimos años desde el techo del 9,5 % del PIB. «España era un auténtico problema para la Unión Europea y planteaba riesgos a la estabilidad financiera de Europa hace cuatro años y hoy es la economía que más crece, no planteamos ningún problema desde el punto de vista bancario y económico, al revés, aportamos», aseguró.
Recaló también que España prevé reducir su déficit por debajo del máximo del 3 % del PIB que imponen las reglas fiscales europeas el próximo año, a la vez que, preguntado por si el país cumplirá con el 3,7 % recomendado para este año -de manera provisional-, dijo: «nosotros cumpliremos con nuestras obligaciones».
El ministro aseguró que mantiene contactos con sus colegas y con los representantes de la Comisión Europea, a la vez que dijo que su optimismo deriva de que «sería una sinrazón imponer una sanción a España», y dijo que tampoco debería sancionarse a Portugal.
Dijo también que España presentará sus alegaciones «muy rápidamente, en pocas horas» si el Ecofin respalda el veredicto de la Comisión, y dijo que esperan tener una decisión sobre las sanciones rápidas, así como una nueva senda fiscal marcada por Bruselas que sirva de base para los presupuestos españoles de 2017.
Respecto a los esfuerzos adicionales que podrían necesitarse, insistió en la necesidad de contar con una nueva senda fiscal.
Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, recomendó al país a presentar y asumir nuevos compromisos que faciliten que la Comisión suavice la sanción.
Preguntado por estas palabras, dijo no estar al corriente de las mismas, pero recalcó que «las sanciones se refieren al pasado», a lo que añadió que «los compromisos siempre son importantes, y España reducir su déficit por debajo del 3 % el año que viene», aunque alegó que esto son procedimientos diferentes.