La localidad de Tordesillas, en la provincia de Valladolid, asumirá en breve una cuota de protagonismo informativo que ha ido creciendo en los últimos años. Pero no será por su histórica condición de Villa que acogió la firma del Tratado de España con Portugal ni por la llegada y permanencia durante 46 años de Juana I de Castilla, ni por su gastronomía o enclave estratégico como vía de comunicación. De nuevo, la celebración del Toro de la Vega anula todas las bondades de esta localidad para reabrir un debate entre animalistas y defensores de una tradición que ha traspasado fronteras. El alcalde de Tordesillas es el socialista José Antonio González Poncela, sometido en estos días a presiones mediáticas e incluso políticas que llegan de su propio partido.
Su teléfono no para de sonar en estos días. Más que en ninguna otra época del año. Lo asume, aunque a veces se choca con situaciones difíciles de encajar. Para él, nacido en Tordesillas, el Toro de la Vega forma parte de su cultura. Para él, alcalde de Tordesillas, la defensa de este festejo forma parte de su trabajo, pero también de sus convicciones. Para él, recibir amenazas de todo tipo en estos días, se ha convertido en una rutina que ya viene de atrás. Los partidos animalistas han convertido al Toro de la Vega en un símbolo contra lo que consideran un claro ejemplo de maltrato animal. Pero enfrente están los defensores de una fiesta tradicional demasiado transformada en los últimos años por las disputas políticas entre detractores y seguidores. Lo último que le han propuesto es sustituir el Toro de la Vega por un festival cultural y musical denominado ‘Rock in Vega’.
¿Cómo afronta un año más la celebración del Toro de Vega rodeado de polémica?
Desde el Ayuntamiento estamos trabajando para que el Torneo se pueda celebrar con total normalidad, ajustado estrictamente a su ordenanza reguladora y preparando las medidas de seguridad y los equipos sanitarios con el objetivo de que no haya ningún incidente en el festejo, pero, en el caso de que lo hubiera, se pueda atender satisfactoriamente.
¿Por qué se ha creado esta situación cuando, años atrás, podía considerarse como un festejo más del calendario provincial?
Lo desconozco, quizás esta pregunta se la debería de realizar a los movimientos animalistas.
El partido animalista Pacma ha trabajado en diversas vertientes para condenar el Toro de la Vega. ¿Realmente llegó a plantearse ‘canjear’ el torneo por el festival cultural ‘Rock in Vega’ tal y como le proponían?
No me lo puedo plantear puesto que el Torneo del Toro de la Vega no es mío, es de los vecinos y tendrán que ser ellos los que decidan sobre el mismo, como han hecho siempre. A día de hoy, no encuentro entre los vecinos un sentimiento de querer cambiar el Torneo por el Festival.
¿Cómo sujeta políticamente un alcalde socialista la animadversión que el Toro de la Vega genera en su propio partido?
El partido socialista es un partido diverso, donde hay muchos militantes taurinos y también militantes no taurinos. Es el partido que más se asemeja a la sociedad, si en la sociedad actual existe el debate sobre los festejos taurinos, si deben de continuar o no, en el partido socialista también se da este debate. Es algo que enriquece al partido.
El año pasado llegó a enfrentarse públicamente a Pedro Sánchez, que condenó su celebración. ¿Ha conseguido aclarar las cosas con el secretario general del PSOE?
No hubo enfrentamiento, únicamente puntos de vista distintos. Que seamos compañeros de partido no quiere decir que tengamos pensamiento único.
Por entonces también se quejó de que nadie de su partido se había preocupado de las amenazas que recibe por estas fechas.
El Toro de la Vega es una celebración con mucho arraigo y en esta comarca hay alcaldes socialistas que me han mostrado su total apoyo para poder asimilar todas las situaciones que se dan por estas fechas. En ese sentido, sí me siento arropado.
¿Qué supone económicamente el Toro de la Vega para Tordesillas? ¿O quizá es mayor la repercusión mediática que la económica?
Tordesillas es un municipio de 9.000 habitantes que el día del Torneo supera los 40.000 visitantes. Desde el día anterior al mismo, ya están llenos los hoteles, tanto de Tordesillas como de los pueblos cercanos. Por lo que el impacto económico es importante.
¿Cómo convence usted a los escépticos, no a los antitaurinos, sobre la legalidad de esta celebración?
Sobre la legalidad no hay que convencer a nadie. O estás dentro de la legalidad o no lo estás y el torneo del Toro de la Vega está dentro de la legalidad, cuenta con todos los permisos y su desarrollo se rige por una ordenanza reguladora. Por lo tanto, es legal. No veo debate en ese sentido.