Guerra abierta en las asociaciones del tabaco

Las recientes sanciones del Comisionado para el Mercado de Tabacos sobre los estanqueros han abierto la veda a una rivalidad latente entre las principales asociaciones a nivel nacional. La mayoría del sector se ha unido contra estas prácticas, mientras que los representantes mayoritarios de los estanqueros niegan el problema.

La creación de la Plataforma del Tabaco ha provocado el estallido de un conflicto que llevaba meses latente, concretamente desde febrero, cuando el Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT) comenzó a abrir expedientes sancionadores a estancos por romper el principio de neutralidad que en teoría rige dicho mercado.

Las inspecciones vienen motivadas a raíz de la Ley 13/1998 de Ordenación del Mercado de Tabacos y Normativa Tributaria, cuya última modificación data del 27 de junio de 2013.

Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando el organismo regulador ha comenzado a imponer sanciones, que llegan a alcanzar los 120.000 euros, por no publicitar en los estancos las marcas con más cuota de mercado a nivel nacional y vender a los fabricantes datos sobre la demanda en las máquinas expendedoras a las que abastecen.

“Los estancos expedientados han priorizado unas marcas sobre otras, lo que rompe las bases del modelo de neutralidad. Se estaban lucrando a costa de otros, acaparando el mercado de las máquinas y gestionándolo a su manera. La legislación ha sido y sigue siendo muy clara, otra cosa es que no te guste cuando te llegue la multa”, señalaba una fuente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España.

Pero el punto de vista de la gran mayoría de asociaciones del sector es radicalmente distinto, al considerar que las sanciones del comisionado son desproporcionadas atendiendo a las cuantías de los contratos y que el objetivo es beneficiar a las grandes tabacaleras, que reciben publicidad gratis en los estancos y se ahorran hasta 70 millones de euros en vending (publicidad en máquinas).

“Antes estaba permitido que las tabacaleras contribuyeran en parte a la compra y el mantenimiento de las máquinas a través de los contratos de vending. Parece que 70 millones de euros es mucho dinero, pero si tenemos en cuenta que en España existen aproximadamente 150.000 máquinas de tabaco, deja algo más de 35 euros por máquina al mes. Nos da la sensación de que el comisionado quiere ahorrar este dinero a las tabacaleras y ellas están aplicando la ley de forma extremista, amenazando con denunciar al regulador si se quita su marca de los expositores”, explicaba Daniel López Cañizares, presidente de la Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (AEPVR).

Desde que la CMT iniciara sus inspecciones, se han abierto más de 50 expedientes sancionadores a estancos. Una tendencia que algunos consideran minoritaria y otros un golpe mortal para el sector.

“Las inspecciones del comisionada funcionan según ellos consideran. Cada año anuncian en qué temas van a poner el foco a través de circulares. No tenemos constancia de que ninguno de nuestros asociados haya sido expedientado, pero estamos hablando de unas 80-90 sanciones entre 13.500 estancos, se han aprovechado del problema”, añadía la misma fuente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros.

“Parece que la única función del comisionado es su régimen sancionador. Más de 50 multas en dos meses es una locura, o se quieren cargar el sector o no tiene lógica. A las grandes multinacionales les ha salido barato, porque han llegado a un acuerdo con el CMT para pagar una única multa entregando todos los contratos, una posibilidad que no se ha dado a los estancos”, aclaraba Maribel González, presidenta de la asociación de Empresarios y Comerciantes de Tabaco (ECOT).

Otro foco de conflicto es la cuantía de las sanciones; mientras que unos hablan de contratos millonarios con las tabacaleras, otros señalan que la media de los importes no supera los 800 euros.

“Estos estancos se han hecho millonarios con estos contratos y ahora tratan de defender las inmensas fortunas que ganaron saltándose la ley y arruinando al resto de compañeros. En mi opinión, han hecho más daño que el contrabando. Conozco un caso de un establecimiento en Madrid que llegó a ganar 1.200.000 euros en un año al poseer 1.200 máquinas de tabaco”, señalaba Mario Espejo Aguilar, presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros.

“No entiendo como unos contratos que hasta ahora eran legales de repente se vuelven ilegales. Conozco un caso en Toledo de una persona que percibió 60 euros en dos años y ahora tiene que pagar una sanción de 120.000 euros. Además, en la mayoría de los cosas los datos proporcionados eran relativos a nuevos lanzamientos y los contratos con casi todas las compañías, por lo que no se rompía el principio de neutralidad. Por otro lado, todos los pagos fueron declarados a Hacienda y todavía no se ha podido demostrar la ilegalidad de ninguna de las sociedades vinculadas. El estanquero, como autónomo, tiene derecho a constituir más negocios”, explicaba Maribel González de ECOT.

“Si realmente piensan que es un fraude de ley que denuncien a la fiscalía”, sentenciaba Daniel López.

Intereses ocultos

Tanto unos como otros se acusan mutuamente de no defender realmente los intereses de sus representados. Desde la Unión de Asociaciones de Estanqueros sostienen que la Plataforma del Tabaco es el último miembro de un conjunto de asociaciones conformadas por algunos de los sancionados para “hacer ruido mediático” y “cambiar las normas” a su favor.

“Este es el último movimiento de muchos desde hace un par de meses. Todas estas asociaciones se tratan de la misma media docena de personas intentando hacer ruido mediático. Son un gabinete de comunicación trabajando a través de un bufete de abogados y se dedican a intoxicar a los medios. Estos señores han conseguido inmensas fortunas arruinando al resto de estanqueros, hasta que la CMT ha puesto coto a su actividad”, aclara su presidente, Mario Espejo.

En el otro extremo está el conjunto de asociaciones que apoyan la causa, todas coinciden en que la Unión de Asociaciones de Estanqueros “no es independiente” y que tiene “otros intereses” más relacionados con las tabacaleras que con sus representados.

“Las fuentes de financiación de la Unión no son las de una organización independiente; dietas, sueldos, colaboraciones con multinacionales, la revista, cuotas mínimas…”, señalaba la presidenta de ECOT.

“Creo que tienen miedo a salir de su zona de confort y perder representatividad. Tienen la mala reputación en todo el sector de desacreditar cualquier iniciativa que no piloten ellos”, añadía una fuente de la Plataforma del Tabaco.

“La revista de la Unión gana una media de entre 25.000 y 40.000 euros por número e ingresó hasta 1,3 millones de euros en publicidad de Phillip Morris, el principal fabricante en España por cuota de mercado. Esto no es normal en una revista de 12 números anuales y 8.000 ejemplares. Parece que con esta regulación todos quieren ahorrarle costes a las tabacaleras, es un poco sospechoso”, explicaba Daniel López, presidente de la Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (AEPVR).

Respecto a la relación de las asociaciones entre sí, todos reconocen haber mantenido contacto con los fundadores de la Plataforma del Tabaco y apoyan su causa, aunque por el momento nadie piensa adherirse. Además, estos grupos críticos llevan en el sector desde 2006, como es el caso de la AEPVR, por lo que surgieron antes del conflicto de las sanciones.

“Si hubieran surgido en otras condiciones sería distinto, pero alguien que entra en defensa de la ilegalidad no puede ser bienvenido. Me preocupa que alguien venga a cambiar las normas de un sector, introduciéndose de manera extraña para defender sus intereses personales”, señalaba una fuente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros.

“Llamamos hasta seis veces a Mario Espejo y nunca nos cogió el teléfono. Ninguna otra asociación nos ha bloqueado el contacto, son los únicos”, sentenciaban desde la Plataforma del Tabaco.

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