Frank Miller llega a su única rueda de prensa española, con motivo del 34 Salón Internacional del Cómic de Barcelona, con la mirada perdida, mirando al suelo, con un extraño bulto en la espalda y con la organización impidiendo más de tres apretones de manos por miedo a hacer daño a un hombre de cristal con un cerebro de diamante.
Un hombre cuya imagen contribuye a mantener fundadas sospechas sobre un estado de salud que parece precario. El redactor de ‘El País’ que le hizo la única entrevista que ha concedido a medios españoles –y una verdadera pena, si tenemos en cuenta que ni siquiera fue capaz de reconocer una de sus portadas más legendarias–, ha llegado a compararle, sin mucho respeto pero con algo de razón, con Freddy Krueger. Como si estas opiniones le importasen lo más mínimo al creador de Sin City, al hombre que oscureció a Batman, que creó a Elektra y que dotó de su personalidad a Daredevil y su universo. “No la he leído y me da igual lo que piensen de mi aspecto”, zanja.
Una de las primeras preguntas de la prensa no podía evitar la polémica Batman v Superman, una película profundamente inspirada en una de sus obras cumbres, The Dark Knight Returns. Sucinto, responde: “Ha sido divertida. Lo mejor ha sido Wonder Woman”. Admite que no ha visto el Daredevil de Netflix, casi un calco de su magnífica El Hombre sin Miedo.
Responde a los interrogantes del mismo modo que ha dialogado a sus grandes personajes. Afilado, sin verborrea. ¿Le preguntan por el consejo que daría a un Frank Miller más joven? “Dibuja más y ten más aventuras”. ¿Por su obra favorita de todas las que ha creado? “300, tuve muchísima suerte de contar una historia que nadie antes había contado”. ¿Le plantean si ha pensado en realizar alguna obra con ambientación realista? “Es mejor dejar la realidad fuera del alcance de un hombre peligroso”. ¿Por su faceta como creador de personajes femeninos fuertes? “En mi vida he conocido a las mujeres adecuadas”.
Una de las preguntas más oportunas tiene que ver con su visión de las próximas elecciones presidenciales estadounidenses. “Me gusta Hillary, es fuerte. Donald Trump es divertido, pero tiene un pelo horrible y los edificios que construye son feos”.
Una de las preguntas más tópicas que se puede hacer a un artista, ¿a quién admira más? “Neal Adams es un gran hombre que luchó por los derechos de los trabajadores de esta industria, y Will Eisner fue el mayor artista de todos los tiempos” Reconoció que Adams le dio su primer trabajo y que Eisner le dijo “cómo hacerlo”.
Recién salido Dark Knight 3, La Raza Superior (ECC Ediciones), co-guionizada por Brian Azzarello y dibujada por Andy Kubert, Miller reconoció que, si bien intercambió con Azarello muchas ideas por teléfono, “él fue él quien hizo el trabajo duro”.
Y para acabar, una pregunta sobre moral para uno de los autores que más ha jugado con la esencia moral de los superhéroes. Y una bien planteada: ¿El fin justifica sus medios? “Los vigilantes funcionan en la fantasía, no los recomiendo en el mundo real”.
Frank Miller se despide, y transmite una honda sensación de despedida.