Si algo puede ser destacado del negocio bancario, sin duda es su gran capacidad de adaptación a los diferentes sectores de la población. Esto es algo que se aprecia muy bien en el terreno de las cuentas (cuenta infantil, joven, nómina, pensión…), pero que también tiene su versión en el terreno de las hipotecas.
Sin embargo, en este campo la adaptación viene ligada al perfil financiero del cliente. Es decir, cuanto más capital poseamos, mejores serán los tratos a los que podremos aspirar en una entidad, señalan desde el comparador de hipotecas HelpMyCash.com.
La hipoteca media española
Antes de pasar a observar las hipotecas para perfiles selectos, es necesario perfilar una hipoteca media española. Esta hipoteca es a tipo variable, con un plazo medio de 25 años y su interés ronda el 1,25 %. Se espera que comiencen a aparecer más comisiones, como la de apertura, que vuelve a tener más presencia en los contratos y se establece en torno al 0,5 %. Habitualmente encontraremos también comisión por amortización anticipada y subrogación, al máximo fijado por ley de 0,50 % durante 5 años y un 0,25 % después.
Para acceder a estos créditos, los requisitos habituales son disponer de un trabajo fijo, preferentemente con antigüedad, unos ingresos mínimos netos de 2.000 euros entre todos los titulares del préstamo y, por descontado, no figurar en ningún fichero de morosos como ASNEF o RAI.
Hipotecas para perfiles privilegiados
Como decíamos, los bancos son capaces de adaptar con gran precisión sus productos a los diferentes perfiles. A la hora de conceder un préstamo, especialmente dentro de la rama de las hipotecas, el nivel de solvencia del cliente determina en gran medida el interés final. Dado que un cliente con altos ingresos y ahorros es menos susceptible de incurrir en impago, unido al volumen de negocio que les puede proporcionar, las entidades estarán más dispuestas a ofrecer mejores condiciones.
Dentro de este espectro de productos, podemos citar a la entidad Liberbank, que publicita el menor interés de la actualidad, en su Hipoteca Selecta a euríbor + 0,80 %, con un primer tramo fijo al 1,75 % durante 2 años. Ahora bien, para hacernos con ese interés tendremos que disponer de unos ingresos mínimos de 3.000 euros mensuales, contratar un seguro de vida, uno de hogar, un plan de pensiones, así como contratar una tarjeta de crédito con la que realizar un gasto mínimo anual de 3.000 euros.
Otra para captar rentas altas es la que oferta Banco Mediolanum, enmarcada dentro de su programa Privilegium Vip. La entidad propone una hipoteca a euríbor + 0,89 % desde el primer mes (sin tipo fijo inicial, como comienza a ser habitual), con una vinculación mínima: contratación de seguro de vida, seguro de hogar y domiciliación de nómina, sin especificar importe. ¿La clave? Disponer de un patrimonio de más de 350.000 euros en la entidad, de los cuales 100.000 deben de estar invertidos en productos de ahorro gestionados por la entidad. Una buena oferta que no está al alcance de todos.
De estas ofertas se pueden desprender algunas conclusiones. Por una parte, a pesar de que la rama de las hipotecas a tipo fijo haya experimentado toda una revolución de precios en poco más de un año, las hipotecas VIP continúan siendo a tipo variable. Y en realidad no ofrecen ningún servicio extraordinario, más allá de un menor diferencial.