HTC acaba de presentar los resultados de su primer trimestre del año fiscal 2016 que siguen la tendencia de caída de los últimos informes. Y es que las cosas no marchan demasiado bien en la empresa taiwanesa que durante un tiempo logró brillar en el mercado de los smartphones ofreciendo terminales innovadores.
Comparado con el mismo periodo de tiempo del año anterior, durante este primer trimestre de 2016 HTC ha conseguido un 64% menos de ingresos, pasando de los 1.122 millones de euros recogidos en 2015 a los 400 millones de euros que se reflejan en este último informe de resultados. Aunque también es cierto que supone un 9,4% más que el trimestre anterior.
En estas cifras no hay constancia de las ventas del HTC 10, que si estará presente en el próximo balance y con el que desde HTC esperan remontar los datos, pues las ventas han descendido en más de un 40%. Pero, ¿por qué? Pues parece ser que a las opciones de la competencia cabe sumar que el que hasta entonces era el buque insignia de la compañía, el HTC One A9 (sí, ese teléfono que tanto nos recuerda al iPhone 6 de Apple) no ha convencido a los consumidores, por ser un terminal que se encuentra por encima de la gama media y por debajo de la gama alta, algo así como un “quiero y no puedo”.
Las pérdidas de HTC han sido de 130 millones en estos tres primeros meses de su año fiscal, mientras que las ganancias ascienden a unos 60 millones de euros, gracias a la venta de instalaciones y terrenos.
La realidad virtual como última bala
Además de en el HTC 10, el último terminal de la compañía, HTC tiene todas las esperanzas puestas en HTC Vive, su apuesta por la realidad virtual con la que intentaran mejorar sus beneficios en el segundo trimestre de 2016.
HTC confía en este producto que ya está comenzando a llegar a los compradores y con el que espera tener una posición líder en el mercado de la realidad virtual. Aunque eso sí, teniendo en cuenta que HTC Vive cuesta alrededor de los 1.000 habrá que ver como evoluciona su acogida entre los usuarios.