La reestructuración del sector bancario traería, de manera consecuente, muchos despidos. A lo largo de estos años la criba ha sido importante, y lo peor es que aún sigue. Ibercaja es un ejemplo.
El último episodio se ha vivido este lunes, cuando sindicatos y la dirección de Ibercaja han mantenido la primera reunión formal del periodo de negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Este encuentro ha finalizado «sin avances», dado que ha sido «sólo un formalismo», han indicado los representantes de los trabajadores.
Ibercaja ha planteado este mes de marzo un ERE que conllevaría la salida de 686 trabajadores –532 de la red de oficinas y 154 de los servicios centrales y de apoyo a la red– y el cierre de 160 oficinas –55 en la Dirección Territorial de Aragón, 15 en Castilla y León, 30 en La Rioja-Guadalajara, 16 en Arco Mediterráneo, 32 en Extremadura y 12 en Madrid–.
«La reunión ha sido breve, simplemente se ha iniciado el periodo de consultas para el ERE, alegando causas económicas, organizativas y productivas, y se nos ha entregado documentación, pero no se ha hecho propuesta alguna», ha relatado, en declaraciones a Europa Press, la representante de UGT en Ibercaja, Victoria Camarena.
Ha explicado que no se ha producido ningún cambio en la propuesta de la empresa de personas afectadas y cierres de oficinas. «A nuestro modo de entender es un ERE traumático, no se han justificado las causas y, al no hacerse, no podemos entrar en la proporcionalidad de las medidas».
El representante de Comisiones Obreras (CC.OO.) en Ibercaja, Miguel Ángel Villalba, ha explicado que la empresa se ha limitado a entregar la información que exige la ley.
«Mantienen su base inicial, 686 despidos, pero admiten que sea voluntario, como CC.OO. venimos reclamando desde un primer momento, aunque, si no se cubre con voluntarios, lo harán con forzosos, bajo los criterios que nos han transmitido», ha apuntado.
Villalba ha incidido en que la empresa no habla de condiciones ni concreta «nada más» de lo expresado al inicio del proceso. «Nos mantenemos en nuestra postura de que no se justifica un solo despido».
Después de Semana Santa, más
La siguiente reunión será el próximo 19 de abril. Victoria Camarena (UGT) ha evidenciado su discrepancia con el calendario propuesto por la empresa.
Ha aclarado que el periodo formal de consultas del ERE es de 30 días naturales, y se ha iniciado antes de las vacaciones de Semana Santa, lo que limita la negociación: «No por la disponibilidad de los delegados de UGT, que la tenemos absoluta, pero la intervención de los asesores, en periodo de vacaciones, viene limitada».