Cuando llevaba leídas apenas cuarenta páginas de Internet Safari , tomé una nota mental. Ceballos abordaba entonces la semblanza de Jonah Peretti, fundador y actual CEO de la mastodóntica Buzzfeed -web que sirve para explicar un elevado porcentaje de por qué pasan las cosas que pasan en Internet-.
En esa semblanza hablaba de cómo siendo estudiante universitario Peretti había escrito una ácida carta de queja a Nike que se convertiría en viral en los albores de Internet, año 2000. Quince años más tarde, Ceballos se pregunta entre admirativo y horrorizado si Peretti se ha convertido en un símbolo de lo que más odiaba tan poco tiempo antes: alguien capaz de salvar al periodismo de su crisis convirtiéndolo definitivamente en un objeto comercial, es decir, corrompiéndolo sin marcha atrás. Mi nota mental decía “Fascinacion por los supervillanos”.
En la página 94 comienza el cuarto capítulo del libro, titulado Siete villanos, que Ceballos introduce diciendo “No me importa reconocer que siento algo cercano a la dfascinación malsana por los villanos de Internet”. En él, habla de gente como Breanna Mitchell, que negó el Holocausto por idiota, la fascinante tuitstar Masa Enfurecida, la Capilla Sixtina de los trolls Michael Crooks o el gañán venido a más Rafa Mora, del que Ceballos hace un lucidísimo retrato definiendo la necesidad que tenemos de construir a alguien a quien odiar, pero que sea en última instancia inofensivo. No es que yo sea adivino: es el que Internet Safari transpira, desde sus primeros compases, ese reflejo de la eterna contradicción que es la Red, y eso se plasma también en la fascinación por los malvados.
Esa contradicción de Internet es continuamente explicada por Noel Ceballos: la Red es un entramado indiscutiblemente positivo (¡la Biblioteca de Alejandría en tu bolsillo!) que genera actitudes que están entre lo mejor y lo peor del ser humano, y que ha motivado cambios en nuestro comportamiento que, como le pasa al autor en el capítulo de las redes sociales y apps para ligar, aún estamos intentando descifrar de dónde salen y a dónde nos llevan.
Internet Safari se pasea continuamente entre la tecnofilia y la tecnofobia, y es ese tono analítico (Ceballos es uno de los mejores analistas estudiosos de los jeroglíficos con los que se expresa la cultura pop de nuestro tiempo) el que le da un tono único al libro. El autor afirma que pertenece a una generación única: vivió el nacimiento de Internet muy joven, en plena adolescencia, y comprendió su importancia y alcance con el 11-S; pero aún es lo suficientemente mayor como para no ser un nativo digital y poder contemplar Internet desde una relativa distancia.
Internet Safari es eso, un safari: un viaje hacia lo salvaje, donde el peligro ruge a dos palmos de nuestras narices, pero contemplado desde la seguridad de un todoterreno y un guía con una escopeta de dardos tranquilizantes. La sensación, continuamente, es de que el león puede volcar el coche y despedazarnos allí mismo, pero este extraordinario y esencial libro explica por qué aún así y a pesar del riesgo, volvemos a la aventura cada día sin falta.
Internet Safari
Noel Ceballos
Blackie Books
2015