Las actuaciones de la Audiencia Nacional respecto a la fusión de Banca Cívica han llegado a su fin tras el archivo de la causa que, además, ha tenido el visto bueno de la Fiscalía, tal y como adelantó El Confidencial. En el proceso de creación del banco, en el que se unieron Caja Navarra, Caja Canarias, Caja Sol y Caja Burgos, se denunciaron irregularidades, tanto en la fusión como en la posterior salida a bolsa que ha provocado que las diligencias se alargaran durante más de cinco años, con continuos vaivenes, con archivos y reaperturas constantes.
A los máximos responsables de estas entidades se les acusaba, tras la interposición de una denuncia por parte de UPyD, de la comisión de presuntos delitos societarios, falsificación, maquinación para alterar el precio de las cosas y falsedad en la información económico financiera contra los consejeros de la entidad. Sin embargo, esta instrucción tan rocambolesca derivó en confusiones y en acusaciones a algunos de los responsables de las cajas, tal y como ocurrió, por ejemplo, en la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera en la que se acusó al ex presidente de Caja Sol, Antonio Pulido, de estar imputado por la Audiencia Nacional cuando, en realidad, no era así.
Los informes periciales del Banco de España han sido fundamentales para el archivo de la causa y la exoneración de responsabilidades de Antonio Pulido (Caja Sol), Enrique Goñi (Caja Navarra), José María Leal y José María Achirica (Caja Burgos) o del ex presidente de Navarra Miguel Sanz, entre otros.
Según el informe de los peritos, las operaciones que se investigaban en la Audiencia Nacional cumplieron con la ley y cuestionaban que las cuentas de 2010 hubieran sido manipuladas.
Todos estos documentos han servido para que el órgano judicial archive la causa tras no detectarse ningún tipo de irregularidad en las actuaciones de la entidad ni detectarse que los imputados se apropiasen indebidamente del patrimonio de las entidades que administraban.