España no es el único país que ha registrado despidos masivos en banca durante 2016, las principales economías europeas siguen la misma tendencia y ya acumulan más de 17.000 nuevas personas en las listas del paro. El sur lo hace por exigencia, mientras que el norte lo hace para ganar competitividad.
El sector bancario está en pleno proceso de reestructuración global. España no es el único país europeo en el que se han registrado despidos masivos en la banca, Reino Unido, Alemania o Italia siguen la misma tendencia e incluso peor de cara al futuro.
Ni las economías más fuertes han conseguido librarse del tsunami provocado por la bajada de tipos y la digitalización de la banca. Entre Reino Unido, Grecia, Alemania, Italia y España suman 17.007 despidos relativos al sector financiero en lo que va de año.
Francia es el único país que se salva de esta sangría, al no haber registrado ninguna reestructuración bancaria hasta el momento.
A falta de un mes para cerrar la primera mitad del ejercicio, 2016 se ha presentado como el ‘annus horribilis’ para esta industria en Europa. La caída de los márgenes por los tipos negativos, el cierre masivo de oficinas y la entrada de nuevos actores en el mercado (Fintech) parecen ser los desencadenantes de los recortes en las plantillas.
Sin embargo, cada país y cada entidad tienen diferentes motivos para justificar el incremento exponencial de despidos. Mientras que Reino Unido y Alemania luchan por ganar en competitividad, Italia y Grecia tienen otra guerra pendiente con la Comisión Europea, tras las reestructuraciones bancarias fruto de la crisis económica.
Reino Unido
El caso de Inglaterra está más ligado a la modernización del sector que a la situación en Europa. Este país se ha visto menos afectado por la bajada de los tipos decretada por el Banco Central Europeo (BCE) en marzo al no figurar como miembro de la eurozona.
Su cifra de despidos es la más baja de entre los grandes de Europa; un total de 1.200 trabajadores fueron relevados de sus puestos en dos entidades distintas. El caso más sonado fue el de Natwest-Royal Bank of Scotland (RBS), que anunció el pasado mes de abril un recorte 600 empleados en sus oficinas locales.
Los motivos alegados por la entidad fueron el recorte en costes y la preferencia de los consumidores por los servicios financieros digitales.
Alemania
El volumen de despidos en Alemania es bastante más notable, incluso supera al de España; un total de 2.570 personas se han quedado sin trabajo en el sector bancario.
La economía germana goza de buena salud a pesar de la crisis económica, sin embargo, su pertenencia al euro ha influido en la reducción de los márgenes de las entidades respecto a la caída de los tipos.
En el caso alemán juegan también otros factores; con un perfil de inversor tradicionalmente ahorrador, la banca no es el sector más rentable en el país. Se trata de una de las industrias menos dinámicas a nivel europeo, de hecho España supera su tasa de inversión en tres puntos sobre el PIB.
Las mayores reestructuraciones han sido la de la aseguradora Generali, con 1.000 despidos, y la del Landesbank Baden-Wuerttemberg, con otro millar. En el primer caso, se trata de una parte del plan estratégico con el objetivo de crecer en competitividad y concentrar todas sus oficinas centrales en una sola en la región de Leipzig.
Respecto a la entidad bancaria, tanto el incremento de los costes regulatorios como la bajada de los tipos han influido, aunque la principal motivación es la digitalización de los servicios, con una inversión prevista de 400 millones de euros para los próximos años.
Italia
Italia lidera con mucha diferencia la clasificación, al registrar un total de 5.948 despidos en menos de seis meses. El sector financiero del país está sometido a diferentes presiones: a la caída histórica de los tipos, se suman las consecuencias del rescate bancario llevado a cabo por la Comisión en 2013.
Dos entidades acaparan casi el 90% de los despidos en el mercado Italiano: Unicredit y Monte dei Paschi di Siena. En el caso de la primera, se trata por un lado de salvar los malos resultados del último ejercicio–en 2015 ganó 1.541 millones de euros, un 16,1 % menos que el año anterior- y por otro de evolucionar hacia el negocio digital, con una inversión prevista de 1.200 millones para los próximos años y el cierre de 800 filiales.
Respecto a la segunda, los despidos forman parte de los requisitos de Bruselas tras el rescate a la banca italiana de 2013.
Grecia
La economía griega es la más débil de Europa y su sector bancario el más dañado por la crisis de 2008. Los despidos del sector financiero en Grecia se deben a un cúmulo de circunstancias: a la baja de la rentabilidad general se suma que el país heleno afronta su tercer rescate desde Bruselas.
El segundo punto es el que más fuerza está teniendo entre las entidades griegas de cara a los despidos. Con la reciente aprobación de un tramo de 10.300 millones, la banca se ha visto obligada a acatar las recetas de contención europeas.
Los despidos más numerosos se han producido en el National Bank of Greece, con la salida de 1.600 trabajadores, y en el Piraeus Bank, con 1.570 ceses.