Desde diciembre de 2014, patronal y sindicatos bancarios negocian un nuevo convenio colectivo. El objetivo de las entidades: más flexibilidad y trabajadores «low cost». Mientras, entre 2013 y 2015 se duplicó la distancia entre los cargos mejor pagados y los salarios medios.
Son días de conflicto en la banca española. Desde que el pasado mes de diciembre los sindicatos del sector financiero decidieran denunciar su convenio colectivo, se abrió un proceso de negociación enre éstos y la patronal que promete ir para largo. A día de hoy, tal y como señalan los representantes de los trabajadores, el escenario más probable es el de huelgas y protestas en el sector.
Las negociaciones, a pesar de que ya ha habido una docena de reuniones, prometen ir para largo. Tanto es así que desde la sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO) han solicitado a la Asociación Española de Banca (AEB) que prorrogue seis meses más el actual convenio para evitar que caduque el próximo 31 de diciembre. Como la reforma laboral limitaba la ultraactividad de los convenios, el decaimiento del mismo supondría dejar a más de 200.000 empleados de banca sin acuerdo vigente.
El origen de esta conflictividad está en la abismal distancia entre las posturas de trabajadores y bancos. Los primeros aspiraban en un principio a «renovar el convenio, recuperar niveles salariales y asegurar y mejorar derechos». Pero según reconocen en un documento interno los representantes del CCOO, la patronal ha rechazado «todas y cada una de nuestras propuestas».
La patronal AEB por su parte aspira entre otras cosas, según indican en sus propios documentos de negociación, a «modernizar y adaptar la estructura salarial», ganar en flexibilidad interna y «procurar la moderación en el incremento de costes». Es decir, según la banca aunque ya estamos en un entorno de recuperación, se trata de un momento «especialmente difícil para todos», por lo que reclaman un «gran esfuerzo y responsabilidad colectiva» para poder sentar unas bases sólidas de cara al futuro.
No a los ascensos por antigüedad
Entre las medidas que propone cambiar la AEB están algunos «conceptos» que los representantes de los trabajadores consideran «derechos». Así, la banca apuesta por eliminar del convenio los ascensos por antigüedad (ya que esa variable ya se refleja en los trienios). Dicho esto, también proponen acabar con la antigüedad retributiva por ser un «concepto cláramente obsoleto». A cambio, plantean crear un sistema de «participación en los beneficios».
¿Qué quiere decir este sistema? Se plantea, en esencia, una retribución «anual y no consolidable por consecución de objetivos y logros anuales», vinculado a los resultados globales del sector. Es decir, que frente al sistema de antigüedad que se consolidaba y era previsible, los bancos proponen un sistema no consolidado en el salario anual y no predecible. También quieren suprimir pagas establecidas en el sector, como la compensación por fiestas trabajadas o la llamada «asignación transitoria». No todo es salarios: también quieren limitar los días de licencia que puede solicitar un trabajador, o directamente suprimir la jornada reducida en semanas de fiesta mayor.
En opinión de sindicatos como CCOO, lo que proponen desde la banca es «un modelo de relaciones laborales (…) que diseña un sector financiero low cost«, explican. El nuevo convenio, denuncian, no buscan tener en plantilla a profesionales de la banca, «sino personal de ventas a comisión, que su salario dependa fundamentalmente del variable», lo que en su opinión favorecería la creciente inequidad salarial, «con la obscena concentración de grandes retribuciones en una minoría de directivos», lamentan.
¿Se ajustan todos?
Precisamente la creciente inequidad de la estructura salarial del sector financiero español es una de las conclusiones principales que se extrae del último informe sobre retribuciones en la banca, publicado esta semana por la federación de servicios de CCOO. El esfuerzo que las entidades están reclamando a los trabajadores no parece tener correspondencia en las cúpulas dirigentes de las mismas. Más bien al contrario.
De hecho, entre el ejercicio 2013 (cuando se publicó el primer informe sobre retribuciones) y el ejercicio actual, la distancia entre los ejecutivos mejor pagados y los salarios medios de la banca se han duplicado. Si en 2013 el ratio entre la retribución del ejecutivo mejor pagado y el sueldo medio del sector bancario era de 23 veces, esta proporción ascendió hasta 42 este año. En entidades como Caixabank (197 veces el salario medio) o Santander (102 veces) este ratio directamente se dispara, mientras que en entidades nacionalizadas como Bankia (7 veces) o BMN (5 veces) se mantiene en proporciones muy por debajo de la media.
¿Por qué se ha disparado la distancia entre ejecutivos y el conjunto de los trabajadores? Primero porque el coste medio por cada empleado se ha reducido: desde 70.617 euros brutos de media hasta los 67.508 euros de este ejercicio. Pero sobre todo porque algunas retribuciones de consejeros y directivos se han incrementado muy por encima del incremento salarial medio: El ejecutivo mejor pagado en 2013 en una entidad como Caixabank no superó los 2,68 millones de euros; sin embargo, en 2015 el alto cargo mejor remunerado en esta entidad superó los 16,5 millones de euros por todos los conceptos.
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