El PSPV-PSOE ha celebrado este fin de semana su acto central de campaña abarrotando la Plaza de Toros de Valencia. Las altas temperaturas no impidieron que el partido reuniera a más de 12.000 personas que acudieron a ver al candidato Ximo Puig y al secretario general Pedro Sánchez. El momento sólo puedo calificarse como eufórico ante su inminente regreso al Gobierno de la Generalitat. Una reacción curiosa teniendo en cuenta que las mismas encuestas que anuncian el fin de dos décadas de gobierno del PPCV auguran también el peor resultado electoral de la historia para los socialistas valencianos.
El fin de semana no sólo era importante para los socialistas por la celebración de su mitin, sino porque además era el momento previsto para la publicación de la primera encuesta que recogería los efectos del Dipugate en el electorado valenciano. Las noticias son buenas para la oposición: los sondeos dicen que el PP pierde más de 23 puntos en intención de voto, y que ni con un hipotético apoyo de Ciudadanos, algo que aún está por verse, conseguirían que Alberto Fabra repitiera el cargo de Presidente.
El reparto de escaños no deja de ser la especulación de una encuesta, pero la comparación con los resultados de 2011 es tan contundente que nadie pone en duda las tendencias que refleja. El PP sufre un descalabro, Ciudadanos es la revelación electoral del año por encima de Podemos, Compromís está más fuerte de lo que se dijo en un inicio, y Esquerra Unida no se quedará fuera de Les Corts. ¿Y qué dice esa encuesta sobre el PSOE, el partido que este fin de semana celebraba que por fin llegó su hora? Pues que perderá más de ocho puntos porcentuales en voto, y sacará sólo 20 diputados, el peor resultado de su historia.
Una campaña en clave defensiva
¿A qué viene entonces tanta sonrisa en la sede socialista? Pues a que el PSPV no concurre a las elecciones valencianas con la urgencia de ser la lista más votada sino para retener la hegemonía del bloque de izquierdas. Desde hace dos años no hay lector de prensa valenciana que no sepa lo que significa la palabra italiana “Sorpasso”, pues este fue el término con el que todos los periodistas locales anunciaban el advenimiento de una nueva era política en la que la coalición nacionalista Compromís iba a liderar la oposición valenciana. Las encuestas en este sentido son un alivio para los socialistas por más que señalen un retroceso para su partido. Un escenario con Mónica Oltra, la candidata más valorada por los electores en todas las encuestas, como líder de la izquierda pondría en serias dudas la razón de ser el PSPV, un partido nacido para alternarse en el poder.
En este escenario se entiende mejor la campaña electoral lanzada por los socialistas para estos comicios que, frente a la agresiva campaña de destapar escándalos llevada por Esquerra Unida o Compromís, se ha centrado más en tratar de recuperar a sus votantes. La mejor prueba de ello este vídeo electoral donde no se esconden los problemas de la formación a la hora de conectar con su público.
El actor que aparece en pantalla es Ferrán Gadea, quien concurre a las elecciones con los socialistas. Es Presidente de la Asociación de Actores y Actrices Profesionales Valencianos, reconocido activista político, y uno de los rostros más populares de la Comunidad Valenciana gracias a su participación en la serie L’Alqueria Blanca. El mediático fichaje de Gadea no es un caso aislado en la estrategia socialista, Carmen Amoraga, ganadora del Premio Nadal, y Fernando Delgado, ganador del Premio Planeta, son otros rostros conocidos reclutados este año con la intención de devolver la ilusión al votante socialista.
El PSPV-PSOE aún tiene serias amenazas, los sondeos dicen que Ciudadanos está ya a sólo un escaño de ellos, y desde hace meses se da por hecho la intención de Podemos de votar a Oltra en el debate de investidura. Pero eso no les ha quitado la sonrisa: por primera vez en dos décadas el sol brilla en la sede de socialista de la calle Blanquerías y el resto de lo que pase serán las urnas las que lo decidan.