En el entorno tecnológico en el que nos encontramos y echando la vista al pasado, vemos cómo han cambiado los mercados financieros con el transcurso del tiempo. Tras el mercado de corros donde los precios se negociaban a viva voz, intercambiándose millones de títulos en una misma plaza, hemos podido asistir a un desarrollo tecnológico brutal.
La eficiencia y crecimiento de la tecnología, uniéndose a una mayor globalización de los mercados financieros han cambiado radicalmente la forma de comercializar los títulos, tanto en el análisis como en la negociación de los mismos. Estas plataformas de trading nos ayudan con una simple conexión a internet a estar en contacto con el mercado real a nivel global, donde se negocian la gran mayoría de productos financieros que podemos comercializar.
El análisis del mercado también ha cambiado gracias a estas plataformas, ya que la evolución del análisis técnico que hemos experimentado ha derivado en un conjunto de proyecciones de precio a través de diferentes indicadores y osciladores. Estas herramientas que antes prácticamente no se utilizaban debido a la complejidad de su cálculo, ahora se emplean masivamente dado lo fácil que supone apretar un par de clicks y visualizarlos de manera automática.
La controversia se genera cuando los analistas se ponen a discutir sobre la fiabilidad de estos indicadores como las medias móviles, RSI, Estocásticos, MACD…. etc. El principal problema surge cuando se pone énfasis en la capacidad que tienen estos indicadores de identificar futuros movimientos de precios.
Lo cierto es que es muy difícil encontrar un indicador que pueda darte alguna señal clara de los movimientos de las cotizaciones sin que sean con retrasos. Obviamente nunca puede ser una garantía fiable, pero al analizar como repintan estos indicadores y siendo la mayoría de ellos retardados, no es descabellado considerar la utilidad de estas herramientas que son cada vez más usadas por los operadores.
Daniel García es analista en XTB