El turismo español es desbancado como segundo país del mundo con mayores ingresos por turismo por China, que de manera aparente habría duplicado sus cifras de 2014 tras un cambio metodológico en sus cálculos.
El boom del turismo español parece asentado. Impulsado por el desvío de centenares de miles de turistas que han dejado de ir al norte de África por la inestabilidad política, las causas del aluvión de llegadas son fundamentalmente coyunturales. Pero nadie se atreve a poner fecha al fin de esta tendencia de ir de récord en récord.
España recibió el año pasado un máximo histórico de 68,1 millones de viajeros extranjeros, un 4,9%. Y lo que es más importante, el pasado también fue el quinto año consecutivo en que el país registró récord de ingresos por turismo. En 2015, según los datos del Banco de España, los turistas extranjeros dejaron en el país más de 50.900 millones de euros, un 3,8% más.
Pero este último récord ha quedado más que deslucido en el ránking que elabora cada año la Organización Mundial del Turismo (OMT), la agencia especializada de la ONU. Y es que la España del boom ve cómo ha perdido su hasta ahora estable posición como segundo país del globo con mayores ingresos por turismo. Y lo ha hecho por una auténtica goleada.
Por un lado, los vaivenes de la guerra de divisas durante todo el año pasado y la posterior fuerte apreciación del dólar frente a otras monedas, ha hecho que el ránking refleje unas cifras contenidas de gastos e ingresos al venir reflejadas en la divisa estadounidense. España, por ejemplo, habría recibido 56.500 millones de dólares el año pasado (cuando en la estadística correspondiente a 2014 se reflejaba un montante de 65.000 millones de dólares). La propia OMT adivierte en su informe de que la depreción del euros del 20% en relación al dólar el año pasado conlleva que los ingresos en euros vienen reflejados en el ránking con valores un 20% por debajo de los del ejercicio precedente.
Y con esos casi 56.500 millones de dólares España cae al tercer puesto del ránking mundial. En lo más alto de la lista se mantiene Estados Unidos, con 178.000 millones de dólares. Pero este año China escala hasta la segunda posición y lo hace, en principio, después de más que duplicar los registros que se anunciaron el año pasado (según la estadística de 2014 de la OMT, China ingresó entonces 56.900 millones). Pero lo de duplicar el registro del año pasado es sólo un efecto estadístico.
Ese fortísimo incremento de los ingresos turísticos de China –y con él, el sorpasso a España- es consecuencia de un cambio metodológico de las estadísticas elaboradas por las autoridades del gigante asiático para calcular los ingresos y los gastos por turismo.
Pekín, de hecho, ha revisado las estadísticas tanto de 2015 como de 2014 con la nueva fórmula. Así que, si bien los datos se disparan en relación a lo anunciado hace un año, el último ránking de la OMT refleja sólo un leve incremento del 1,1% de los ingresos en relación al nuevo dato revisado de 2014.
España mantiene sus registros turísticos al alza. Sigue de récord en récord. Y, aunque el adelantamiento de China en el ránking de ingresos ha suscitado cierto nerviosismo soterrado en las autoridades españolas, lo cierto es que España sigue siendo una potencia turística global de primer orden. E incluso, efectos estadísticos y monetarios aparte, que un país relativamente pequeño como España esté en la clasificación mundial por detrás de gigantes -casi subcontinentes- como Estados Unidos y China no deja de ser de lo más razonable.
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