«La música fue una terapia durante mi adolescencia, algo que reconfortaba mi alma»

Xoel López presenta su nuevo disco, PARAMALES.

Por David Vega / @DavidVegaMadrid

“Soñaba, cada día, poder alcanzar la playa…”, dicen los versos de una de sus canciones más conocidas. Y hoy, por lo menos, se ha cumplido su sueño. “¡Aquí se aguanta mejor el calor que en Madrid!”, confiesa, entre risas, Xoel López (A Coruña, 1977). El cantante y compositor atiende a Sabemos en su ciudad natal, en plena gira de promoción de su nuevo disco. Xoel tiene una apretada agenda este verano con la presentación de Paramales en varios festivales. El más inmediato: PortAmérica Rías Baixas, el próximo 18 de julio. Su nuevo álbum se compone de trece canciones que son un “antídoto” para “la soledad, la melancolía, los desamores y los fracasos”. El camaleónico Xoel vuelve a sorprender.

Paramales es “un antídoto”… ¿Contra qué males?

Contra la soledad, la melancolía, los desamores y los fracasos. Los inconvenientes que tiene la vida y que hay que superar.

Has comentado, en más de una ocasión, que la música ha sido tu tabla de salvación durante la adolescencia… ¿Por qué?

Durante la adolescencia me sentía solo, confuso, incomprendido, como muchos jóvenes. Y a través de la música pude conectar con gente que hablaba de las mismas cosas, aunque ellos no lo supieran, y esa conexión me hacía sentir bien. La música era una forma de soñar, de dejar volar la imaginación… Me provocaba una sensación de ilusión, un pensamiento casi mágico. La música fue una terapia durante mi adolescencia, algo que reconfortaba mi alma.

El disco se ha concebido a ambos lados del ‘charco’. En Argentina, donde has vivido varios años, y en España, donde vives en la actualidad. ¿Se notan esas vivencias latinoamericanas en las canciones?

Estuve casi cinco años viviendo en Buenos Aires y viajando por muchos países de América Latina. Esa experiencia forma parte del ADN de mis canciones y está ahí para quedarse. Más allá de la música que he descubierto allí y de los músicos con los que he podido tocar, esa experiencia también afecta al plano personal, a la manera de ver las cosas… Los años en Latinoamérica han enriquecido mi paleta de colores y eso es bueno para la música. Me interesa la apertura de miras, la diversidad musical.

Me interesa la apertura de miras, la diversidad musical”

¿Cuál es tu canción favorita de Paramales?

Podría ser Patagonia, pero mis preferencias van cambiando con las escuchas. Patagonia fue la que más me gustó al principio, pero Un año más, que quizás pasa más desapercibida dentro del disco, es una de mis favoritas en estos momentos.

¿Cómo compones? ¿Eres anárquico o tienes una metodología de trabajo?

Soy anárquico y eso me genera cierta inestabilidad. Soy muy productivo, en el sentido de que hago muchas cosas, pero poco ordenado a la hora de componer y dejo muchas cosas a medias. Antes sacaba un disco cada año y era un proceso caótico. Ahora lo que hago es darme algo más de tiempo para trabajar bien en los arreglos y la voz de las maquetas. De esta manera, voy puliendo las canciones poco a poco.

“Soy anárquico y eso me genera cierta inestabilidad. Soy muy productivo, en el sentido de que hago muchas cosas, pero poco ordenado a la hora de componer”

Este verano estarás de gira por un montón de festivales de verano. ¿Qué diferencia hay entre actuar en un evento de este tipo o en una sala de conciertos?

Tocar en una sala representa una oportunidad magnífica para juntarte con tu gente. Ya sabes qué puedes hacer, cómo respiran… En un festival tienes que convencer porque hay una parte del público que no te conoce. Es una oportunidad para demostrarles lo que haces y descubrir si les gustas. Es ilusionante poder atraer público nuevo, siempre desde la humildad.

¿Es más difícil ir de gira ahora que es papá? (Ha sido padre en enero)

Sí (risas). Tengo una responsabilidad que antes no tenía, pero todo se puede hacer en esta vida. Hay que hacer encaje de bolillos (risas)

Como ciudadano gallego, ¿qué opina de la victoria de las mareas gallegas en A Coruña y Santiago?

Es un reflejo de lo que está pasando en las calles. Hoy en día, por suerte, la gente está más concienciada políticamente y coge el toro por los cuernos. Esa es la parte más bonita de todo este proceso: la gente está decidiendo, más que nunca, la sociedad en la que quiere vivir. Somos una generación que se ha despreocupado demasiado de la política y es muy bonito ver que van surgiendo movimientos que conectan directamente con la gente. Estamos asistiendo a un momento político que contaremos a nuestros hijos cuando sean adultos.

“Estamos asistiendo a un momento político que contaremos a nuestros hijos cuando sean adultos”

¿Cree que las canciones también deben hacer política?

Cada artista debe hacer lo que sienta en cada momento. Si vivimos en una sociedad más concienciada políticamente y hay más cosas de las que quejarse de lo habitual, lo más lógico es que se refleje en las canciones.

¿Te consideras un cantante ‘indie’?

¡Por supuesto que no! (risas). Sería cortar mi libertad… Hago lo que me gusta y no me considero parte de ningún movimiento… Cuando era chaval estuve metido en el movimiento Mod, pero ahora estoy alejado de cualquier doctrina.


Aficiones:
Jugar a fútbol y a baloncestoEn dos palabras

  • Un libro para llevar a la piscina/playa: Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett, cantante de Eels.

  • Una película: El jefe de todo esto, de Lars von Trier.

  • Un disco: Mediterráneo, de Serrat.

  • Un destino para escapar este verano: A Coruña.

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