El diputado Julio Montoya difunde decenas de presuntos documentos del Gobierno venezolano y los atribuye a la fundación de Monedero y Errejón, pero en ellos no aparece firma, sello, membrete o factura que lo acredite.
Ni una prueba contundente. Los documentos con que el diputado venezolano Julio Montoya está tratando de demostrar la «relación continuada» de Podemos con el chavismo no acreditan per se asociación alguna. En total son cerca de 170 archivos los que el miembro de Primero Justicia -de viaje en España desde el domingo- ha difundido a varios medios de comunicación, entre ellos Sabemos. Gran parte de esa documentación -aproximadamente la mitad- la constituyen informes técnicos sobre eventos del Gobierno venezolano o apariciones de sus mandatarios en televisión, programas o previsiones que en ningún caso pueden ocasionar el «grave daño a Venezuela» que el diputado denuncia.
La otra mitad sí son «recomendaciones discursivas» y consignas estratégicas que Montoya atribuye al Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), fundación para la que colaboró Juan Carlos Monedero y en la que hoy participan otros miembros de Podemos, como Íñigo Errejón, Alberto Montero o Ángela Ballester. Sin embargo, no se aporta ni una sola factura que lo demuestre, como tampoco aparecen en los documentos firmas, sellos o membretes que puedan mínimamente acreditarlo.
Lejos de ello, la gran mayoría de archivos tienen en su encabezado el logo del Gobierno venezolano, concretamente del Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión del Gobierno. Montoya asegura que la labor la hicieron miembros de Podemos y en concreto cita a Monedero en numerosas ocasiones, personaje al que reta a «que discutamos en público, si quiere en la misma sede de su partido» estas cuestiones.
Además, los documentos que más polémicos pueden parecer o no tienen ningún encabezado o presentan un sucinto ‘Unidad de Análisis Estratégico’. Se trata de indicaciones para capitalizar políticamente actos, hechos sobrevenidos o apariciones públicas del mandatario venezolano, que en unos casos es Hugo Chávez y en otros Nicolás Maduro. Algunos de ellos están fechados en 2014, después de la creación de Podemos, hecho en el que incide el diputado venezolano en conversación con este y otros medios de comunicación.
El caso de Robert Serra
Entre el material facilitado, hay documentos que recomiendan cómo sacar rédito del asesinato del joven diputado bolivariano Robert Serra, apuñalado mortalmente el año pasado. «El Chavismo es Paz, es un proyecto de construcción social para todas y todos, en los que los jóvenes están en el centro del mismo», comienza la indicación, que poco después aconseja incidir en que «la violencia antichavista adopta cada vez formas más complejas y salvajes», encaminándose «a la paramilitarización de las bases radicales de la oposición: el fascismo».
Chávez dio la «vida» por «la revolución», asegura uno de los informes difundidos por Montoya
Otros, cargan duramente contra «la lógica perversa de la producción capitalista», que «ha generado el hambre masivo y continuo como un problema mundial moderno», y aconsejan centrar en ese punto las intervenciones del Día Mundial de la Alimentación. También se pide aprovechar las misiones educativas del Gobierno para «poner en valor el compromiso permanente de la revolución» con los más débiles, «a veces dando nuestras vidas (como hicieran el Comandante Hugo Chávez y el camarada Robert Serra)».
Montoya sostiene que «CEPS asesoró al chavismo de 2004 a 2014 de forma continuada y saber cuánto cobró y qué se hizo con el dinero es algo que corresponde investigar al pueblo español». Insiste en que Monedero cambió dinero en su país «de bolívares a euros, un privilegio que no tienen ni los enfermos de Venezuela», y que eso es lo que más le preocupa a él.
El principal objetivo de su visita -que a parte de encuentros con los medios incluye contactos con PP, PSOE, UPyD, Ciudadanos y FAES, así como informar de todo al Tribunal de Cuentas- es «buscar información sobre el saqueo» de los dirigentes bolivarianos a la ciudadanía, destapado en escándalos como el de Banco Madrid, y denunciar el daño hecho a Venezuela por los dirigentes de Podemos al asesorar al chavismo. «Les aconsejaron cómo tratar a la oposición, qué estrategias de ataque seguir» y cómo «justificar la cárcel de muchos dirigentes» insiste.
«No me interesa hacer política ni meterme en asuntos internos del pueblo español, como sí hacía Monedero en Venezuela, que iba a medios donde yo estoy vetado«, zanja con rotundidad. Para él, lo importante es investigar «el robo» a las arcas públicas por parte del Ejecutivo bolivariano y demostrar que mientras el pueblo se ahoga en la «escasez» se continúan dilpidando «millones y millones en informes» y asesores.
Podemos, por su parte, ha optado por hacer caso omiso a Montoya y limitarse a pedir a quien quiera acusarles de algo que lo haga en los tribunales. «Quien ha hecho eso se ha encontrado con un bofetón» jurídico, recordó el secretario de Organización, Sergio Pascual, en referencia a la querella presentada por Manos Limpias contra el partido de Iglesias.