La próxima legislatura prepárese: adiós a la mayoría de deducciones y exenciones

La mayoría de las formaciones que se presentarán a las próximas generales, a favor de ampliar las bases imponibles.

La práctica totalidad de partidos (a excepción del PP) parecen estar de acuerdo: hay que aumentar la recaudación tributaria eliminando agujeros del queso gruyere que es el sistema tributario español.

El Estado deja de recaudar cada año, solo en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IPRF), unos 50.000 millones de euros por la aplicación de deducciones, exenciones y bonificaciones fiscales. Son cálculos de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) reflejados en un informe de 2014. En otros impuestos como el de Sociedades los agujeros pueden ser aún mayores, según los expertos. Sea así o no, tanto expertos consultados como los partidos políticos de la oposición y los emergentes coiciden todos en que el sistema tributario es un «queso gruyere» que impide alcanzar una recaudación suficiente para financiar el Estado de Bienestar.

El sistema fiscal y tributario español está caracterizado por una alta ineficiencia: impuestos de los más altos y una baja recaudación comparativa. Con este análisis compartido parte de la solución parece fácil: eliminar deducciones, exenciones y bonificaciones para aumentar la base imponible general (es decir, la cantidad total sobre la que se aplican los tipos impositivos) sin incrementar los tipos marginales. Es decir, recaudar más sin subir los impuestos.

Esta es la idea compartida por partidos como el Partido Socialista (PSOE), Izquierda Unida (IU), Unión Progreso y Democracia (UPyD), Podemos y Ciudadanos (C’s), tal como han manifestado sus propios representantes en la mesa redonda sobre fiscalidad organizada por Oxfam Intermón y a la que fue invitado SABEMOS (el PP también fue invitado, pero no envió a ningún portavoz).

El de la reducción de bonificaciones y deducciones es (junto con una genérica mayor lucha contra el fraude y la elusión) el único punto en común reflejado por todas las formaciones. Lo expresó por ejemplo Manuel de la Rocha (PSOE): «Debemos alcanzar un nivel de ingresos públicos del entorno del 40% del PIB. Pero no queremos subir tipos, sino ensanchar la base imponible eliminando exenciones».

Medidas, una a una

El detalle fino de qué impuestos tocar y qué deducciones, exenciones o bonificaciones eliminar ya es un asunto más particular, toda vez que cada uno de ellos afecta a un colectivo y un sector social concreto. En el caso del PSOE, por ejemplo, y tal y como señaló Manuel de la Rocha, apuestan por eliminar parte de las exenciones por ahorro a través de planes de pensiones. También proponen establecer un mínimo de tributación para las empresas grandes, de forma que por muchas bonificaciones que puedan generar tengan que pagar al menos un 15% de lo facturado en España.

«Creemos que hay que desmontar el monopolio de los planes de pensiones como vehículos de ahorro deducible», añadía De la Rocha, que aludía a sistemas de cuentas de ahorro en países como Estados Unidos.

En el caso de Izquierda Unida, su representante (Juan Antonio García Rubio) apostaba por crear una base imponible única en el IRPF, de forma que se acabara la discriminación positiva en favor de las rentas del capital respecto de las del trabajo. «La base imponible tiene que estar formada por rentas del trabajo y el capital por igual, limitando al máximo los incentivos fiscales», señalaba. En el caso del IS, además de una reducción drástica de los beneficios fiscales, García Rubio proponía subir el tipo marginal de las grandes empresas al 35%.

También proponía acabar con la distinción rentas del trabajo-rentas del capital el representante de Podemos (Eduardo Gutiérrez), quien sin embargo sí que matizaba su medida: «Consideramos admitir no obstante un límite de exenciones que fomente el ahorro de las familias medias». Es decir, que el límite deducible para el ahorro pasaría de los 10.000 euros actuales (una cantidad de ahorro solo al alcance de rentas medias-altas y altas) a la mitad o menos, según las ideas comentadas en esta mesa redonda.

Por su parte, desde UPyD su portavoz en la mesa de debate (Miguel Carpintero) ponía el acento en el aumento de la eficacia recaudatoria incrementando el número de inspectores de Hacienda, así como rebajando las «ineficiencias y duplicidades» del entramado administrativo español. «Si logramos esto y eliminamos las diputaciones podríamos ahorrar 40.000 millones de euros al año», explica.

Además, Antonio Espinosa, en representación de Ciudadanos, resaltaba que para su partido el principal problema fiscal en España es el desempleo: «Porque si fuera una tasa más razonable España tendría superávit fiscal estructural». En su opinión, las clases medias ya pagan muchos impuestos, por lo que «quizás se deberían bajar los tipos marginales, pero recaudando más quitando las deducciones». Entre sus apuestas, quitar la deducción por inversión (que generan un agujero a la caja de unos 1.000 millones al año), eliminar las exenciones por plusvalías de filiales o la compensación a empresas por bajar impuestos…

«El sistema es un queso gruyere, pero en C’s queremos que sea un queso manchego», ilustraba con una metáfora. Otra de sus medidas estrella serían los créditos fiscales para familias: Es decir, un sistema mediante el cual no es posible que una familia baje de cierto nivel económico, ya que incluso puede recibir ingresos directos por parte del estado.

Un «pacto de estado»

A la vista de las coincidencias básicas en algunos aspectos clave, tanto los representantes de Oxfam Intermón como economistas como José Moisés Martín Carretero azuzaron a los partidos presentes en la mesa (que a buen seguro superarán la mitad de los votos en la próxima cita electoral de las Generales) por la culminación de un pacto de estado para llevar a cabo una reforma fiscal profunda que de lugar a unos impuestos más justos, más progresivos y que garanticen la suficiencia del Estado de Bienestar.

Pero para una reforma de verdad efectiva hace falta coraje, porque no sería algo necesariamente popular: «Subiendo impuestos a los ricos no arreglamos el sistema tributario. Así que va a haber que contar con las clases medias para que se esfuercen», señaló Martín Carretero, de Economistas Frente a la Crisis.

FOTO: ERIC CABALLERO en FLICKR

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