«Cuando suene la sirena, cualquier delito, incluido el asesinato, será legal durante las próximas 12 horas». Así avisan las autoridades del comienzo de la noche donde todo vale. Llega a las carteleras españolas Election: la noche de las bestias, la tercera entrega de La Purga.
Estados Unidos. Un futuro no muy lejano. El crimen se ha legalizado durante 12 horas al año, una macabra tradición con la que quiere acabar la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell). Roan es candidata a la presidencia y su programa electoral incluye la eliminación de la Purga. Suficiente para ganarse la enemistad del ‘establishment’, que tratará de acabar con ella antes de que salga el sol.
La tercera parte de La Purga, dirigida de nuevo por James DeMonaco, trata de continuar con el éxito de las cintas anteriores. La primera parte, The Purge: la noche de las bestias, se estrenó en 2013 con Ethan Hawke y Lena Headey como protagonistas y alcanzó una recaudación de 89 millones de dólares en todo el mundo cuando había tenido un presupuesto de solo tres millones. Todo un éxito centrado en cómo una familia trataba de sobrevivir en su domicilio. La segunda entrega, Anarchy, ponía el foco en el terror de las calles sin ley.
Election: la noche de las bestias promete suspense, brutalidad y algún toque por ahí suelto de moralidad para atrapar a los espectadores en sus butacas. Por suerte, esta locura no es más que ficción…o no. Siempre hay algún desequilibrado que se anima a imitar lo que ocurre en las películas. A raíz de esta saga, se han dado varios intentos de hacer de la Purga algo real. El más famoso de ellos es el de Louisville, aunque no el único.
La purga de Louisville, Kentucky
2014. Louisville, Kentucky, Estados Unidos. En pleno mes de agosto, comienzan a aparecer unos misteriosos folletos por toda la ciudad. En ellos se anuncia que va a comenzar «La Purga de Louisville». Y dan fechas y horas: de las 20:30 horas del viernes 15 de agosto a las 06:00 de la mañana del sábado. La macabra iniciativa comienza a propagarse por las redes sociales y la policía considera que la amenaza es real. Toma ya.
El FBI y los departamentos de policía local alertaron a los residentes del riesgo real de que se produjera una purga al estilo de las de las películas. El miedo provocó que a las 20:30 del 15 de agosto de 2014, todas las calles de Louisville quedaran desiertas. A partir de esa hora, la policía comenzó a recibir un aluvión de llamadas de residentes que afirmaban escuchar disparos y explosiones fuera de sus casas. Otros llamaron aterrorizados porque estaban golpeando sus puertas con violencia.
Y más todavía. Algunos aseguraron haber visto gente con la cara cubierta tras máscaras blancas, motoristas destrozando todo a su paso y un joven disparando a coches en movimiento. Ante este caos surrealista, la actividad en las redes sociales se disparó, tratando de buscar una explicación al brote de violencia gratuita.
Este vecino de Louisville grabó con su móvil algunos de los altercados de esa noche.
Asesinatos en Indianápolis
También en 2014, la policía de Indianápolis informaba de que un joven de 19 años había asesinado a tres personas inspirándose en la película La Purga. Durante cuatro días, Johnathan Cruz se dedicó a perpetrar robos a mano armada y asesinatos. Una testigo afirmó verle disparando a un hombre en la cabeza y en el cuello y decir que estaba «purgando».
Terry Curry, Fiscal del Condado de Marrion (Indianápolis) declaró que la víctimas habían sido escogidas al azar. El acalde de Indianápolis, Joe Hogsett, condenó los actos y los calificó de «violencia sin sentido».
Matanza en la iglesia de Charleston
El 23 de junio de 2015, la iglesia de Charleston (Carolina del Sur) se convirtió en el escenario del asesinato de nueve personas de raza negra por parte de un joven blanco. Dylan Roof, de ideología supremacista, entró en la iglesia afroamericana y abrió fuego contra los que se encontraban en ese lugar.
El motivo que alegó para matar fue «limpiar la sociedad de elementos indeseados». Una de sus víctimas trató de razonar con él para evitar que continuara, a lo que el asesino respondió: «no, ustedes han violado a nuestras mujeres y están tomando el país. Debo hacer lo que hay que hacer». Terrible. Por desgracia, la realidad supera a la ficción.