Heliocolor es la responsable del diseño gráfico de ediciones como la revista ‘Hola’, ‘Diez Minutos’ o el suplemento dominical de ‘El País’. La compañía se encuentra en concurso de acreedores desde finales de abril por sus problemas de liquidez. La deuda con sus trabajadores supera el millón y medio de euros y la carga de trabajo sigue en aumento a pesar de las pérdidas continuadas de ingresos.
Desde que Prisa vendió Heliocolor en 2012 al fondo de inversiones Sherpa Capital, las deudas de la empresa se han ido multiplicando de manera proporcional a la reducción de sus clientes. La compañía de artes gráficas atraviesa su peor momento, tras presentar voluntariamente el concurso de acreedores el pasado 11 de abril ante la negativa de la plantilla a soportar una nueva reducción salarial.
“Sin duda este es el resultado de una mala gestión por parte de los administradores, no tiene sentido que estemos a tope de trabajo pero cada año registremos mayores pérdidas. Lo peor es que no tenemos clara la continuidad de la empresa, y ya se han ido varios clientes importantes. Sherpa no nos ofrece un plan de viabilidad, sólo ofrece nuevas bajadas salariales y aumentos de jornada”, explicaba Javier García Blanco, secretario del comité de empresa en Heliocolor.
El endurecimiento de las condiciones laborales al que hacen referencia se produjo tras la entrada del fondo Sherpa Capital en la propiedad, momento en el que se produjo un ERE de 30 personas, una rebaja del 10% del salario en media, la aplicación de una bolsa de flexibilidad y un ERTE para el resto del personal.
Pocos años después se volvió a negociar otro Convenio Colectivo en el que se pactó otro aumento de jornada y una nuevo reducción en los salarios de entrada del 12,5%.
Sin embargo, parece que el recorte del gasto no ha sido suficiente en Heliocolor, que ha despedido a un total de 80 personas desde que Prisa vendiera su propiedad.
En estos momentos, los trabajadores llevan cobrando con retraso desde septiembre y sin recibir ninguna nómina desde febrero, lo que ha generado una deuda que supera el millón y medio de euros.
“Somos unas 230 personas en plantilla y llevan sin pagarnos dos meses de sueldo más una paga extra. Se nos echa en cara que el trabajo no sale rentable porque se hacen demasiados contratos, pero sólo ocurre en épocas de alta carga laboral. Si hubiera más fijos en plantilla no tendríamos que tirar de tantos contratos temporales. Además, los trabajos con los clientes se han estado negociando por debajo del precio de producción, lo explica en parte los problemas de liquidez”, añadía el representante de los trabajadores.
A pesar de los intentos del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo (Guadalajara) por mediar entre los interesados, no han conseguido llegar a un acuerdo en los últimos meses. Por su parte, los administradores no ven un plan de viabilidad más allá de nuevos ajustes en las condiciones de trabajo, algo que la plantilla no está dispuesta a aceptar.
Aunque saben que la ley concursal les favorece, ya que el pago que se devenga de sus salarios se vuelve prioritario tras la aprobación del concurso, los empleados continúan buscando una solución que garantice la supervivencia de Heliocolor.
“Las reuniones de febrero no dieron fruto porque no se nos planteó ninguna alternativa y el único accionista que era interlocutor nuestro fue despedido. Ahora es como si partiéramos de cero otra vez. Tenemos previsto reunirnos otra vez con los propietarios para ver cuáles son sus intenciones de cara al futuro”, explicaba Javier García Blanco.
Heliocolor cuenta en cartera con importantes publicaciones a nivel nacional como la revista Hola, Diez Minutos, el suplemento de El País, el del ABC o el de La Vanguardia.