La creación de empleo y la continua revalorización de las pensiones no han salido gratis al Estado, que en una legislatura se ha gastado casi el 71% del Fondo de Reserva. Lejos de frenar, el nivel de gasto se mantiene para los próximos años con bajadas de impuestos y devoluciones de pagas extra.
Ni los llamados Millennials ni la Generación X, nadie podrá cobrar sus pensiones si no se arregla el enorme agujero generado en la Seguridad Social. Los números no cuadran; mientras el déficit aumenta, las pensiones siguen creciendo mes a mes y también el número de pensionistas.
La otra cara de la misma moneda es que las reservas de la llamada ‘hucha de las pensiones’ están bajo mínimos y que los jubilados ya suponen casi un tercio del total de la población ocupada, una tendencia que viendo las tasas de fertilidad en España sólo puede ir en aumento.
Desde 2006 se ha experimentado un aumento del número de jubilados pensionistas del 0,2%. Sin embargo, el principal crecimiento se ha producido en la pensión media contributiva que estas personas reciben, la cual ha pasado de los casi 729 euros a los 1.041 actuales (+0,4%).
El gasto del Estado en pensiones se ha duplicado en apenas diez años, pasando de acaparar 3.526 millones en 2006 a los 5.947 de 2016. Si tenemos en cuenta que la población ocupada supera ligeramente las 18 millones de personas y que actualmente se contabilizan más de 5,7 millones de pensionistas, la pregunta es: ¿cómo sostendrá el Gobierno este nivel de gasto durante las próximas legislaturas?
Además de seguir endeudándose, un hábito español poco saludable y al que Bruselas ya ha puesto límite, quedaría la opción de recurrir al Fondo de Reserva. Sin embargo, poco queda del colchón pensado para las emergencias, del que se ha extraído casi un 71% durante la última legislatura.
De los 66.815 millones con los que contaba el Partido Popular en 2011 sólo quedan 32.481 millones, menos de la mitad, con una media de 11.800 millones al año. Pero ni siquiera el gasto se ha ido produciendo de forma progresiva, llama la atención que los años más duros de la crisis son en los que menos se tiró de esta hucha –en 2012 se gastaron 7.003 millones y en 2013 11.648 millones-, mientras que los dos últimos ejercicios se rescataron 15.795 y 16.130 millones, respectivamente.
Pero el problema ahora no es lo que ya se ha gastado, sino lo que todavía queda por desembolsar. Si el PP ganará las elecciones y decidiera mantener estas políticas la famosa hucha no duraría ni dos años y medio. En el caso de que decidieran apurar los 32.000 millones que faltan, sólo se podría implementar un gasto medio anual de 8.120 millones de euros, una cifra bastante modesta en comparación al presupuesto que generalmente manejan los populares.
Tampoco hay indicios de que las cosas vayan a tomar otro rumbo. Por un lado, la prometida devolución de la extra de Navidad a los funcionarios a dos meses de las nuevas elecciones, la cual estaba presupuestada en 2.562 millones. Por otro, la rebaja de dos puntos en todos los tramos del IRPF, una medida que costará un máximo de 4.300 millones anuales al Estado, según los cálculos de Gestha.