El 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos. ¿Por qué? Esta iniciativa tiene su origen en 1977, cuando la XII Asamblea General del Consejo Internacional de Museos (ICOM) reunida Moscú decidió dedicar un día a acercar los museos y sus espacios al público.
El ICOM es una ONG dependiente de la UNESCO, creada en 1946. Cada año, su Consejo Consultivo elige un tema sobre el que centrar las actividades. Este año, en su edición 38, la jornada lleva por lema «Museos y Paisajes Culturales». Con él se quiere poner de manifiesto la responsabilidad de los museos sobre la gestión y el mantenimiento de los paisajes de los que forman parte así como su capacidad para aportar iniciativas y conocimientos para protegerlos.
En España tenemos museos para todos los gustos y sobre cualquier temática. Tanto tenemos que algunos son raros hasta decir basta. Vamos con los cinco museos más extraños que podemos encontrar en nuestro país.
Museo de Saleros y Pimenteros
Quién no tiene un salero y un pimentero en casa. A lo mejor no lo sabes, pero es posible que en el estante de tu cocina tengas una auténtica pieza de museo. El Museo de Saleros y Pimenteros de Guadalest (Alicante) es único en Europa y posee más de 20.000 piezas de todos los rincones del mundo.
Gatos, perros, toros, pájaros, astronautas y lavadoras son algunas de las formas que tienen los pimenteros y saleros expuestos en Guadalest. La conservadora del museo, Andrea Ludden, se ha dedicado a coleccionar estos objetos durante los últimos 25 años, retratando las últimas décadas a través de sal y pimienta. «Se puede hacer un estudio antropológico con ellos, y trazar las décadas de los cuarenta, cincuenta, sesenta, y ver cómo las cosas y la gente han cambiado», señala Ludden.
Museo del Orinal
Museo de la Tortura
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Si os va la marcha y no os dejáis impresionar fácilmente, este es vuestro museo. En Santillana del Mar (Cantabria) vais a encontrar más de 50 aparatos de tortura utilizados por la Inquisición entre los siglos XIV y XIX. Jaulas colgantes, la doncella de hierro, cinturones de castidad, guillotinas, potros y muchos más instrumentos sin escatimar en pinchos y gritos. Una exposición que roza lo macabro y que incluye piezas originales.
Museo de Antropología Forense y Criminalística
Si habéis aguantado el de la tortura, este os parecerá incluso agradable. Se trata de un museo acogido por la Universidad Complutense de Madrid que recoge cerca de 100 piezas repartidas por las cuatro salas de su exposición permanente. Por supuesto, no faltan muchos, muchos huesos.
El doctor José Manuel Reverte fundó y dirigió por primera vez este museo en los años 80. Desde entonces, el centro ha recopilado todo tipo de elementos y objetos procedentes de excavaciones arqueológicas, juzgados, colecciones particulares y depósitos. La exposición realiza un recorrido por la historia y desarrollo de la investigación antropológica en España.
Museo del Sifón
Después de la tortura y de los huesos, vamos a relajarnos un poco. Más de un siglo de la historia de Asturias (y de medio mundo) a través de sifones en un museo. Este utensilio, inventado a principios del siglo XVI, es el elemento estrella de la exposición que Aurelio Antidio Cuesta recoge en Pola de Siero.
La fábrica La Cotorra, fundada a principios de siglo XX y ahora reconvertida en museo, tiene en sus estanterías más de 32.000 sifones de todos los rincones del mundo, de los cuales solo se exponen 6.000. La mayoría de los ejemplares, que datan desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, han llegado a las manos de Aurelio como consecuencia del cierre de fábricas. Hechos de diversos materiales y con estilos de lo más variados, en esta exposición podrás encontrar hasta un belén dentro de un sifón. Y si te gustan, saca los billetes: algunos están a la venta.