Los doce hitos de la campaña electoral más intensa del siglo XXI en España

Artur Mas y Oriol Junqueras concurren a las elecciones en la misma lista: Junts pel Sí.

Cataluña ha vivido dos semanas de apasionado combate político como previa al decisivo 27-S, donde el independentismo mide su grado de respaldo popular. Los líderes nacionales se han implicado a fondo y todos los actores sociales han tomado partido. También ha habido espacio para el humor, los bailes y los cánticos.

Han sido 15 días intensos en los que ha pasado de todo y ha participado casi todo el que ha podido. La campaña del 27-S ha tenido momentos de humor y de tensión, cruces de declaraciones haciendo el indio, guerras de banderas, bailes y cánticos, seis debates electorales y un permanente cariz de solemnidad que ha llevado a implicarse a la práctica totalidad de actores políticos españoles. Todo ello puede resumirse en torno a doce hitos.

1. La Diada lanza a Junts pel Sí. Estas elecciones son inauditas por muchos motivos: fueron anunciadas con más de ocho meses de antelación, se celebran en septiembre, los dos partidos que más escaños sumaron en 2012 concurren en la misma lista… Artur Mas pensó en todo para favorecer su órdago secesionista y entre otras cosas hizo coincidir el arranque de la campaña con la Diada y la manifestación independentista que desde hace unos años marca dicha celebración. Lo multitudinario del evento y el apoyo inequívoco mostrado en la marcha a Junts pel Sí permitieron a Mas y Junqueras comenzar el sprint hacia las urnas de forma inmejorable.

2. Los bailes del ‘árbitro’ Iceta. El candidato del PSC atrajo la atención con sus movimientos al ritmo de Queen y La gozadera. La popularidad que adquirieron sus dizque improvisadas coreografías le dieron un espacio que cada vez está más caro para un socialismo catalán en declive, que paga como ningún otro la polarización social en torno al debate soberanista. Su difusa posición, que continuamente tiene que ser explicada y que llevó a Ferraz a proyectar una gran bandera española en un acto, le hace asumir el poco rentable papel de árbitro. Porque, como tiene escrito Luis Arroyo, “nadie compra camisetas del árbitro”.

3. Cascada de manifestaciones contra los planes de Mas. El timbre plebiscitario que el presidente catalán pretende dar a los comicios ha llevado a implicarse a actores económicos y sociales que hasta ahora se resistían a hacerlo. Prácticamente no ha habido un día de campaña sin declaraciones de voces autorizadas alertando contra los planes de Junts pel Sí. El Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía, la CEOE, la Cámara de Comercio, los presidentes de Almirall, Naturhouse o Pronovias, el colectivo Empresarios de Cataluña, los sindicatos y la banca han advertido de los riesgos que comporta la independencia. En un sentido similar se han pronunciado también Angela Merkel, David Cameron, Barack Obama, Jean-Claude Juncker o la asociación de intelectuales Libres e Iguales. El secesionismo lo ha achacado a una campaña orquestada por el Gobierno para azuzar el “voto del miedo”.

4. Choque entre Iglesias y la CUP. El llamamiento del líder de Podemos a los catalanes que “no se avergüenzan de tener abuelos andaluces o padres extremeños”, realizado dos días antes de iniciarse la campaña, sentaron como un tiro a los independentistas. Desde Junts pel Sí y la CUP acusaron a Iglesias de “etnicista” y simpatizantes de esta última fuerza incluso trataron de boicotear un acto del eurodiputado en Barcelona. Iglesias pidió perdón si había ofendido a alguien pero en casi todos sus mítines y declaraciones posteriores ha insistido en que no entiende cómo gente de izquierdas pone por encima de todo la cuestión identitaria y comparte candidatura con derechistas como Mas.

5. La batalla de la participación. El bloque de los no independentistas -Ciudadanos, PSC, PP, Unió y Catalunya Sí que es Pot- ha centrado su estrategia en combatir la abstención, principalmente en el poblado y castellanohablante cinturón metropolitano de Barcelona. Convencidos de que el secesionismo está hipermovilizado -como reflejan todos los estudios sociológicos-, desean una participación similar a la que se registra en Cataluña cuando hay elecciones generales para poder competir. García Albiol se mostró ayer seguro de que la movilización llegará al 75%, cifra que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se fija como meta para “ganar” al secesionismo.

6. Rabell busca su sitio. El candidato de la lista que aglutina a Podemos, ICV y EUiA, Lluís Rabell, no ha cuajado y ni por asomo ha conseguido despertar el entusiasmo que logró Ada Colau en mayo con su confluencia municipal. Iglesias y Errejón se han dejado la piel para ayudarle pero ni en los mítines ni en los debates ha mostrado un liderazgo capaz de lanzar a Catalunya Sí que es Pot. Tampoco le ha ayudado la cada vez más extrema polarización identitaria, que apenas ha dejado hueco para el discurso social que prioriza su candidatura.

7. Zapatero y Aznar, ausentes. Los dos predecesores de Rajoy en La Moncloa han sido los grandes ausentes de una campaña en la que se han volcado los líderes nacionales de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. También han participado casi todos los barones socialistas y populares, los ministros, Felipe González y figuras internacionales como Nicolas Sarkozy o Alexis Tsipras, que ayer dieron su apoyo al PP y a Sí que es Pot. Al margen prefirió quedar la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

8. “¿Y la europea?” El debate sobre la condición que tendrían los ciudadanos de una Cataluña independiente llevó al presidente del Gobierno a patinar ante los micrófonos de Onda Cero. Rajoy no acertó a explicar si perderían o no la nacionalidad española y cuando el entrevistador interpretó que la conservarían, el jefe del Ejecutivo se limitó a preguntar qué pasaría con “la europea”. Todos sus adversarios políticos trataron después de capitalizarlo.

9. Mas e Iglesias hacen el indio. El presidente de la Generalitat se mofó del desembarco en Cataluña de Sánchez, Rajoy e Iglesias. “Grandes jefes venir reserva catalana para decir a indígenas lo que conviene votar (…) indígenas decir jefes Madrid PP, PSOE, Podemos, que gran corte de mangas”, proclamó Mas. El líder de la formación morada, siempre atento a las declaraciones que marcan la agenda, le dio la réplica al día siguiente: “Coleta morada no entender pequeño Pujol votar reforma laboral con gran jefe plasma”. Sus posteriores críticas a Rivera provocaron un rifirrafe entre ambos en Twitter.

10. Ecos de frente de izquierdas. La posibilidad de que Junts pel Sí se quede lejos de la mayoría absoluta y la promesa de CUP de no votar a favor de la investidura de Mas ha alentado los rumores sobre una fractura de la lista independentista tras las elecciones. Iglesias ha dicho que «sería bonito» que los miembros de ERC y otros izquierdistas como Romeva que concurren en Junts pel Sí acaben pactando con Rabell. También desde Unió se ha repetido que Junqueras traicionará a Mas en cuanto pasen los comicios.

11. Margallo se bate con Junqueras. El ministro más locuaz e incontrolable del Gobierno aceptó el reto del líder de ERC y acudió a un plató con él para debatir sobre las consecuencias de la secesión. La imagen del ministro de Exteriores intercambiando pareceres con Junqueras levantó ampollas en el PP y en el Gobierno, pues muchos de sus miembros consideraban que se legitimaba el órdago independentista. «Ni me ayudó ni me perjudicó» declaró el viernes el candidato popular, García Albiol.

12. Tensión en aumento. Rajoy tuvo que suspender un paseo por Reus (Tarragona) tras ser increpado por un grupo de independentistas. La tensión provocada por el debate soberanista ha tenido más reflejos en la campaña, como la guerra de banderas vivida el jueves en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona. Dirigentes contrarios a la secesión han criticado duramente a Mas por llevar a cabo una gestión que «fractura» a la sociedad.

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