Los españoles han declarado a Hacienda 1.139 millones de euros en cuentas, valores e inmuebles situados en Panamá, de acuerdo con la presentación del modelo 720 de bienes y derechos situados en el extranjero y con información referida a 2012, declarada en 2013 y en extemporáneas posteriores hasta el año 2015.
Los datos aportados el pasado mes de octubre por la Agencia Tributaria cobran este lunes especial importancia después de conocer que contribuyentes españoles utilizaron el despacho panameño Mossack Fonseca para abrir cuentas en Panamá y en otros territorios considerados ‘offshore’, con la presunta intención de ocultar su patrimonio al fisco. Entre ellos figuran, Pilar de Borbón, hermana del Rey Juan Carlos, el cineasta Pedro Almodóvar o el futbolista Leo Messi.
Concretamente, los españoles han declarado tener en Panamá bienes por importe de 1.139 millones de euros. De este total, 52,8 millones están depositados en cuentas bancarias, 75 millones de euros más en acciones o participaciones en entidades de inversión colectiva y casi un millón de euros en seguros y rentas temporales o vitalicias.
El grueso de las inversiones de los españoles en el país centroamericano se encuentra en valores y derechos por un importe de 976,9 millones de euros, y en inmuebles y en otros derechos de propiedad, declaran un total de 34 millones de euros.
De los más de 200 estados y territorios en los que los españoles declaran tener bienes en el extranjero, Panamá ocupa el puesto decimosexto por importe. Encabezan el ranking Suiza (19.800 millones de euros), Luxemburgo (9.979 millones), Países Bajos (7.540 millones), Reino Unido (5.200 millones) y Estados Unidos (5.000 millones).
El modelo 720 entró en vigor en 2013, poco después que la amnistía fiscal aprobada por el Gobierno, y establece que los españoles y extranjeros residentes en España deben informar a Hacienda de todos los bienes que tengan fuera (cuentas, valores o inmuebles) siempre que superen los 50.000 euros.
Se establece una sanción mínima de 10.000 euros por no presentar el modelo, la tributación en la tarifa del IRPF del valor de la titularidad de esos bienes en el exterior como una ganancia patrimonial no justificada e imprescriptible (se atribuyen al último ejercicio no prescrito), y por último, si no presentan declaraciones complementarias antes de que la Agencia Tributaria abra una investigación, una multa del 150% de la cantidad resultante.