Los grandes del turismo español llevan a la OMT su guerra contra el alquiler

José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur.

El lobby turístico Exceltur alerta sobre el impacto negativo del negocio el alquiler de viviendas para uso turístico en la asamblea general de la organización de turismo de Naciones Unidas.

La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) alertó hoy sobre el impacto negativo del negocio de alquiler de viviendas para uso turístico en España, durante la asamblea general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que se celebra en la ciudad colombiana de Medellín. Exceltur es un lobby sectorial español en el que se integran una treintena de las mayores empresas turísticas del país.


Así lo expuso el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, al presentar un estudio sobre este fenómeno a través de plataformas «P2P» online ante las delegaciones de más de 120 países, muchas de ellas encabezadas por los ministros de Turismo, que participan en esta cita bienal de la OMT, informa Efe. En su intervención, el secretario general de la Organización, Taleb Rifai, precisó que de momento no habrá recomendaciones sobre este asunto por parte de la OMT, que, no obstante, está preparando un estudio al respecto que podría estar listo el próximo año.

Tanto Rifai como la ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Cecilia Álvarez-Correa, reconocieron que se trata de un fenómeno que pronto llegará a todos los rincones del mundo, aunque en la actualidad afecta a los destinos más populares.

En Colombia todavía no se siente con tanta fuerza, pero es una tendencia que «tarde o temprano» llegará también al país latinoamericano, apuntó la viceministra colombiana de Turismo, Sandra Howard Taylor. «Estamos empezando a trabajar con el Ministerio de las Tecnologías y la Información para ver maneras sobre cómo los vamos a involucrar dentro del modelo de desarrollo y no esperar hasta que se convierta en un inconveniente», apuntó.

El informe de Exceltur desmonta muchos de los paradigmas de este nuevo negocio, del que una parte relevante pertenece al ámbito de la economía sumergida, empezando por el que lo sitúa dentro de la denominada economía colaborativa. «Hay mucha poesía romántica en la palabra colaborativa subliminalmente como yo te cambio el sofá de mi casa por el tuyo, aunque de cambio hay muy poco», aseguró Zoreda, ya que en el 94 % de los casos se trata de transacciones comerciales.

Además, más del 50 % de la oferta está gestionado por compañías profesionales, que han encontrado unos vacíos legales en España que les permiten operar en una condiciones mucho mas económicas y baratas, añadió. Tampoco es un fenómeno que irradia riqueza y la amplía en los barrios periféricos, ya que el 95 % de toda esta oferta se concentra en los sitios turísticos, encareciendo el precio de la vivienda y expulsando gradualmente a la población residente.

Asimismo, el turismo asociado a este tipo de alquileres de pisos para uso turístico de corta duración -que se ha ganado la denominación de «hotelización» de las viviendas- tiene menor gasto diario y no crea nuevos segmentos de demanda, ya que solo un 6,1 % de los encuestados aduce que se mueve debido a su atractivo experiencial. Por tanto, no genera una oferta complementaria, sino sustitutiva y en los segmentos más susceptibles al precio, precisó Zoreda.

Exceltur ha querido poner en alerta a los gobiernos no para estigmatizar ni prohibir este fenómeno, sino para controlarlo. «Pararlo no parece que sea factible ni deseable, pero hay que intentar que haya una igualdad de condiciones competitivas», aseveró.

Las plataformas están comercializando con una oferta «cuanto menos alegal», jugando a que no son responsables de nada, sino meros tablones de anuncios, pero no es así, ya que detrás hay un objetivo lucrativo, por lo que tienen que ser corresponsables de que todo lo que oferten cumpla la legalidad y, por tanto, tienen que ser responsables subsidiarios.

Además, este negocio está generando grandes oligopolios que comercializaban hasta ahora «sin ninguna obligación ni penalización o encontrando suficientes argucias legales por parte de abogados de prestigio, para no tener que responder a demanda que les ha puesto la administración española», lamentó. «Si no se llega a un acuerdo y una complicidad con las plataformas, no hay inspectores en el mundo para poder controlar todos los pisos de Manhattan o Barcelona», advirtió.

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