La energía eólica es fabulosa siempre que te instalen las turbinas bien lejos de casa. Es la conclusión a la que se llega en EEUU, donde la filial local de Iberdrola, Avangrid, se enfrenta a numerosos problemas para conseguir las autorizaciones locales necesarias en diferentes proyectos. Las sombras de las aspas, el ruido, y el efecto sobre la vida salvaje, el suelo y el agua, entre los motivos más debatidos por los vecinos.
A Tammy McKenzie y a su marido las turbinas no les dejan dormir, se pasan todo el día cansados y son menos productivos en el trabajo. Al menos es lo que declararon en la audiecia de Penn Forest, celebrada el pasado jueves que enfrentó a Atlantic Wind, filial de Iberdrola, con los residentes de la zona, enfrentados a uno de los grandes problemas de la energía eólica: Todo el mundo quiere renovables, pero que los proyectos estén lejos de casa, muchas gracias.
El proyecto de Atlantic Wind prevé instalar 37 turbinas eólicas en 260 acres controlados por la Bethlehem Authority, la sociedad municipal que también controla el sistema de aguas. El proyecto generará energía limpia para la región y hasta 100.000 dólares al año de ingresos.
Declarando contra esta iniciativa, Pamela Dodds, una hidrogeóloga según la cual el proyecto dañará el suelo y la cuenca de la región. Fue una reunión muy polémica, como todas las anteriores. Según el diario local The Morning Call, mientras los abogados intentaban cuestionar las motivaciones de los testigos, el público gritaba «¡constrúyalo cerca de sus casas!». El Sierra Club, un grupo a favor del medio ambiente y las energías renovables, acusado frecuentemente de actuar siguiendo órdenes de la industria eólica, habló a favor del proyecto y lo comparó, muy favorablemente, con el impacto de las excavaciones de carbón o las extracciones de gas natural.
El profesor de ingeniería medioambiental del Lafayette College, David Brandes, lamentó que otros proyectos han trasladado suciedad y otros sedimentos entre distintas cuencas, y que de producirse algo así podría afectar al suministro de agua. También habló de posibles amenazas para pájaros o murciélagos. El senador Pat Toomey se ha involucrado contra Iberdrola, y ha intentado recordar que su rival demócrata para las elecciones de este año, Katie McGinty, tuvo un asiento en el consejo de Iberdrola en 2009. Incluso si consigue el acuerdo local, el proyecto aún deberá ser aprobado por 14 agencias federales y estatales antes de que pueda salir adelante.
Recientemente se paralizó la propuesta de Iberdrola de construir tres turbinas por parte de la Autoridad de Aguas de Lehighton, que formaban parte del mismo proyecto de Bethlehem.
Problemas en Vermont
En el proyecto Stiles Brook, en Vermont, Iberdrola se ha topado con problemas en el condado de Windham, donde dos de los tres miembros del Selectboard –el poder ejecutivo en pueblos de Nueva Inglaterra–, pidió a la eléctrica que abandonase el proyecto «inmediatamente». A esto, la española respondió que los funcionarios de Windham estaban «subvirtiendo el proceso democrático con información que puede llevar a engaño y retórica difamatoria».
El desarrollo, que ocupará un terreno de 5.000 acres, ha estado sujeto a muchos debates durante los últimos cuatro años. Iberdrola y el dueño de los terrenos, Meadowsend Timberlands, quieren desarrollar 28 turbinas capaces de generar 96,6 megavatios, en el mayor proyecto hasta la fecha en Vermont. Esto supondría ingresos de 715.000 dólares anuales para el pueblo de Windham y otros 285.000 para el de Grafton.
En EEUU, más de cien entidades gubernamentales en dos docenas de estados han rechazado o restringido el desarrollo de proyectos de energía eólica. En 2015 fueron 60 entidades de 22 estados las que bloquearon 3.100 megavatios de potencia. En los primeros seis meses de 2016, han sido 40 nuevos bloqueos en 18 estados.
La crisis en Carolina del Norte
En Carolina del Norte, Iberdrola ha esquivado una bala, ya que la granja de viento de Amazon, un proyecto de 400 millones que construye en los condados de Perquimans y Pasquotank, ya tiene todos los permisos para salir adelante y comenzará a producir electricidad para los centros de datos del coloso de la distribución online a finales de este año. Se libra, así, de la regulacion HB763, recién aprobada y que amenaza el futuro de la energía eólica en la región, así como de las protestas que organizan los vecinos, preocupados por cosas como el parpadeo de sombras o los sonidos en frecuencias bajas.