El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha denunciado que la «obsesión» de Air Nostrum por la puntualidad «se ha llevado por delante a un piloto», despedido el mes pasado por dos retrasos de diez minutos, siendo, además, uno de ellos de salida y con llegada en hora.
Sin embargo, fuentes de la línea regional de Iberia han explicado a Efe que el despido se debe a «reiterados incumplimientos en su trabajo», añadiendo que, en AirNostrum, «trabajamos con unos parámetros de calidad que deben cumplir todos los colectivos de la empresa en atención a nuestros pasajeros y la puntualidad es uno de los más importantes».
La expulsión del comandante Mitoa Edjang, con 10 años en el cargo y un total de 15 en la compañía, se produce después de que Air Nostrum enviara, a principios del año, correos electrónicos «intimidatorios» a sus pilotos, para apercibirles de su supuesta falta de puntualidad e instarles a mejorar sus datos, ha señalado a Efe, el jefe de la sección sindical del Sepla en Air Nostrum, Pedro Salazar. En su misiva, la dirección recordaba, asimismo, a los comandantes que, «como cargo de confianza de la compañía, tiene la obligación de salvaguardar los intereses de ésta, salvo causa justificada».
Edjang ha defendido que ambos retrasos están justificados, ya que en el primer caso fue el control que tardó en darle la salida y, pese a ello, el avión aterrizó en hora, y en el segundo, un pasajero subió a bordo con un arma y hubo que esperar a que cumpliese con el protocolo establecido.
Este despido, que el Sepla califica de improcedente y por el que demandará a la compañía, ha advertido Salazar que generará una «psicosis» entre la plantilla, que ya tiene que lidiar con unas programaciones «imposibles de cumplir», con un tiempo de puesta a punto del avión durante su aparcamiento en el aeropuerto que ha pasado de 45 a 30 minutos.
Las horas de aterrizaje y despegue de los sucesivos vuelos vienen solapadas y en muchos casos los tiempos de escalas son inferiores a lo reseñado para cada aeropuerto en el manual de operaciones, ha agregado Salazar, para subrayar que la principal prioridad del comandante es la de salvaguardar la seguridad de la operación, algo que a la compañía no parece importarle «lo más mínimo».
La empresa deposita la total responsabilidad de los retrasos a la acción de los pilotos, olvidando el resto de factores que inciden en la puntualidad, ha lamentado. Air Nostrum alimenta los vuelos de largo recorrido de Iberia, que fue en 2015 la aerolínea más puntual de Europa y la segunda del mundo, mientras que su filial Iberia Express fue, por segundo año consecutivo, la primera del mundo entre las de bajo coste.
Precisamente, en una carta anterior, de noviembre pasado, la compañía ponía el ejemplo de esta última, aunque reconociendo que el tipo de operación de Air Nostrumes mucho más complicado, y advertía de que se deben mantener de forma continuada unos altos niveles de puntualidad, para que desde IAG, la matriz de Iberia, «se siga contando con nosotros».
Air Nostrum cuenta con 350 pilotos (160 comandantes) que operan una flota de Bombardier CRJ 200/900/1000 y ATR de hélices.