Recién llegado de una gira por Latinoamérica liderando el show ‘The Illusionists 2.0’ y tras intercambiar opiniones en Las Vegas con David Copperfield, Jorge Blass, mago habitual de la escena madrileña, regresa a la Gran Vía con ‘Palabra de mago’, continuando el éxito de sus anteriores producciones y con la mente puesta en seguir recorriendo el mundo en busca del “más difícil todavía”. Trucos elegantes y una puesta en escena cuidada e innovadora, inspirada en las nuevas tecnologías. En esta ocasión nos muestra una magia más personal y nos devuelve a la infancia para buscar al niño travieso que todos llevamos dentro.
¿Con qué nos vas a sorprender esta vez?
En ‘Palabra de Mago’ me estreno con cortes de monólogos, que yo nunca había hecho, en los que cuento cosas reales de mi pasado, de cuando era niño. Y también propongo juegos novedosos relacionados con la tecnología, como el del iPad, la impresora 3D o la doble levitación, y por supuesto la magia interactiva con el público.
Se trata de un espectáculo más canalla y gamberro en el que interactúo más con el público. Pretendo recuperar clásicos pero reinventarlos y llevarlos a otro nivel, como el truco de la mujer cortada, que yo realizo con una caja de cristal, o los aros que de repente vuelan… Nuevos métodos y nuevos efectos en los que la tecnología juega un papel importante.
¿Nos puedes dar una muestra?
En tu espectáculo hablas de la diferencia entre magos tramposos y honestos, ¿qué clase de mago eres tú?
Yo creo que soy un mago ‘tramposo-honesto’, que embauco pero en el fondo soy de fiar. La agente asocia a los magos con gente que engaña, pero el fin siempre es bueno porque es ilusionar. Otros utilizan peores trucos para conseguir votos o vender más publicidad. La base psicológica es la misma.
«Otros utilizan peores trucos para conseguir votos. La base es la misma», sentencia @JorgeBlass
Acabas de volver de Latinoamérica con ‘The Illusionists 2.0’ y has sido el primer mago español que se une a esta producción americana de estrellas de la magia internacional. ¿Qué crees que le falta a la magia en España?
En España estamos más limitados en cuanto a los presupuestos, a las producciones. Aquí talento no nos falta. La diferencia se aprecia, sobre todo, en cuestión de medios. Se ve simplemente en las entradas. En Las Vegas cuestan 120 dólares y aquí 20 euros.
¿La magia española tiene algún sello de identidad?
La magia en España tiene mucha tradición gracias a maestros como Tamariz o Ascanio, que han creado una escuela muy reconocida fuera. La Escuela Mágica de Madrid, concretamente, es muy valorada por su ingenio, por el manejo de la técnica. Los magos americanos son muy rápidos, hacen trucos muy visuales, pero no tienen la estructura o la calidad de cualquiera de nuestros trucos básicos. Hay mucha admiración hacia los magos españoles fuera de nuestras fronteras.
«Los magos americanos son muy rápidos, pero no tienen nuestra calidad», asegura @JorgeBlass
En ese sentido, influirá muchísimo el medio. No será igual hacer magia de cerca, en un teatro o en televisión. ¿Qué opinas del ‘boom’ que está viviendo la magia televisiva?
Por supuesto, hay que adaptarse al medio. Hay cosas que funcionan muy bien en vivo y otras que sólo pueden hacerse en televisión. Yo creo que se ha inventado un nuevo género que se llama ‘magia en playback’. Todavía somos muchos los magos que cuando hacemos trucos en tele cuidamos que no haya postproducción ni compinches, pero todos estos programas tipo Dynamo o el Mago Pop, para mí no tienen la honestidad que requiere la magia. En cuanto corten y monten planos y metan efectos, que lo hacen, cualquier actor puede hacer magia. Es una pena porque se pierde el ingenio y se rompe el pacto que hay con el espectador, ese que dice “te voy a engañar con algo que aparentemente no es posible hacer pero a través del ingenio consigo que te lo creas”. Es una decepción como fue la de Milli Vanilli.
«Programas tipo Dynamo o Mago Pop pueden ser tan decepcionantes como Milli Vanilli», bromea @JorgeBlass
Hace poco has cumplido uno de tus grandes sueños: hacer magia con David Copperfield. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Copperfield se interesó por mi truco de Facebook, en el que un espectador elige a cualquier amigo que tenga en esta red social… y aparece en el teatro. Se puso en contacto conmigo y hace unas semanas me invitó a ir a Las Vegas, donde él actúa cada noche desde hace años. Una vez allí estuvimos trabajando juntos y le ayudé a poner en marcha el truco. Fue una experiencia inolvidable.
Pero más allá de los estrenos, los grandes shows, las giras… la realidad es que un mago se gana la vida con otras cosas. Como muchos artistas, tú empezaste como animador de eventos corporativos. ¿Cómo es hacer magia para empresarios encorbatados?
Sí, y esto es algo que sigo haciendo porque me gusta. Como dicen los ingleses, es el pan y la mantequilla, el bread and butter, porque esto te permite generar ingresos y dar vida a otros proyectos que de otra manera no serían rentables. Yo hago muchos eventos porque la magia es muy versátil en este contexto. El carácter memorable de la magia, unido al corporativismo de una empresa, se convierte en algo increíble.
«Sigo haciendo shows para empresas porque la magia es muy versátil en este contexto», puntualiza @JorgeBlass
Llegados a este punto, ¿cuál será tu próximo ‘truco final’?
Estoy pensando en un formato diferente para televisión. Un programa nuevo. Y también estoy preparando el Festival Internacional de Magia del año que viene, que se celebra cada febrero en el Circo Price. Al principio sólo duraba una semana y este año serán cinco, con un programación muy extensa y magos venidos de todas partes del mundo.
Una película: ‘La vida es bella’.
Una canción: ‘Fix You’, de Coldplay.
Un libro: ‘El monje que vendió s Ferrari’.
Una máxima: Si fuera fácil lo harían otros.
Un hobby, vicio o manía inconfesable: Pruebo todas las dietas que existen. Y ninguna hace magia.
*Jorge Blass estará con ‘Palabra de Mago’ en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid hasta el 27 de septiembre. Más información en la web del teatro.