La legendaria revista norteamericana MAD resulta imprescindible para entender, ojo aquí, el humor moderno.
No estamos exagerando: películas tan recientes como Deadpool, el mismísimo humor que abunda en los youtubes de éxito, hasta los chistes recursivos y a base de muecas y trompazos de los gifs animados son actualizaciones y herencias de MAD, la revista que salvó a EC Comics. EC pasaba por una situación de crisis después del tremendo varapalo que se llevó en los cincuenta cuando experimentó una caza de brujas por la publicación de los mejores tebeos de terror y suspense de la historia: Tales from the Crypt, The Vault of Horror y muchos otros.
En esas nació MAD en 1952, como una revista de humor (no estrictamente un comic, entonces muy constreñidos por la censura) con un toque artie editada por el genio absoluto Harvey Kurtzman. El éxito fue inmediato y marcó el humor contemporáneo de forma indeleble: de las películas del Inspector Closeau a las de Mel Brooks, de los comics underground de Robert Crumb al Saturday Night Live. Toda la cultura satírica contemporánea (especialmente la americana) está empapada por MAD.
Las ediciones en nuestro idioma nunca han tenido suerte: a una esporádica y fallida versión ochentera, ¡Locuras! siguió una nueva intentona hace unos cuantos años, ya bajo el título MAD. No es sencillo: los chistes son a veces demasiado localistas y están trufados de referencias a la cultura pop que un americano conoce, pero que en España funcionan peor. El idioma es otro obstáculo a menudo insalvable: juegos de palabras, parrafadas con un ritmo y una verborrea muy particular, juegos con formatos y estilos…
El legado de MAD, sin embargo, es demasiado jugoso como para dejarlo escapar. ECC Ediciones tiene los derechos de DC en España y, de rebote, también los de todo el histórico de MAD, ya que como sucede con DC, es propiedad del gigante Time Warner. Para arrancar una nueva intentona en nuestro país, ECC ha acudido con buen juicio a un objeto de parodia tremendamente comercial: Star Wars, y divide en cuadernillos no muy distintos a los de la revista MAD original el contenido de un especial de 1996 que a su vez recopilaba comics sobre la franquicia. El resultado es un batiburrillo algo confuso y huérfano de explicaciones o contextualizaciones que no habrían venido mal en una revista con un legado tan rico como ésta. El contenido, pese a la aparente desgana del producto, es irreprochable: portadas míticas de la revista original, las parodias de ilustres autores como Harry North, Sergio Aragonés o Mort Drucker de las primeras películas… el principal problema es que el producto tiene apenas 34 páginas y aunque es económico (2’95 euros de nada), sabe a poco. A muy poco: apenas llega a parodiar El imperio contraataca.
En contrapartida, hay que destacar una traducción de Guillermo Ruiz Carreras bastante meritoria, incluso enfrentándose a pesos pesados como la mítica adaptación en verso del musical de Star Wars. Por lo demás, ECC promete (cómo no) más, y el fan de largo recorrido de la revista hará bien en desear no solo una edición más mimada y abundante que salga del espectro de Star Wars, sino la implantación de MAD, de una vez de forma regular y oxigenada, en nuestras librerías.