A todo jugador de largo recorrido el exótico nombre Wolfenstein le evoca tiempos más sencillos y asilvestrados. Ese es el nombre de la ratonera nazi que, en el seminal Escape From Castle Wolfenstein inventaba el género más extendido y rentable de los videojuegos modernos: la acción en primera persona. Casi puede decirse, de hecho, que este juego de PC de 2001 inventó el videojuego moderno, con su ritmo frenético, su Hitler robótico y sus descubrimientos en torno a un lenguaje que, muy poco después, Doom terminaría de asentar.
Considerada unánimemente un peaje imprescindible para entender cómo se juega a la vertiente más frenética de los videojuegos y con unas cuantas secuelas y reboots en su haber que no impactaron con tanta fuerza, el clásico vio revitalizado su legado en 2014 con Wolfenstein: The New Order. Se trata de un pegatiros que recuperaba el estilo vetusto e intenso del primer juego y que volvía a poner a los nazis en primera línea de tiro… y nunca mejor dicho.
The Old Blood es un DLC descargable de este último Wolfenstein, y no exige haber jugado a su precedente para funcionar. Es perfecto para habituarse a los intríngulis de la saga y a su peculiar ritmo: describe una misión anti-nazi en el aterrador castillo del título y puede afrontarse desde la vía del sigilo o como un elefante un una cacharrería. Y del mismo modo que replica esta dualidad (que funciona mejor, eso sí, en su precedente, debido a la superior simplicidad del diseño de los niveles), imita también muchos de sus grandes logros: un arsenal variado y que da pie a muy distintos estilos de juego, estimables toques de guion que tontean con el legendario gusto nazi por el ocultismo y un tono entre la parodia y la pasión por la aventura clásica. Hay ideas que sobran (la transformación del juego en una descerebrada epopeya zombi en su tercio final) y otras de las que no se tiene suficiente (la villana Helga von Schabbs), pero el resultado es una continuación digna de la saga y recuerda en sus mejores momentos a un juego en el que trabajó parte de su equipo: el inolvidable Riddick: Escape from Butcher Bay. Un crédito más que suficiente para garantizar un puñado de horas de diversión sin complicaciones.
Machine Games
PC, Playstation 4, Xbox One
2015 – 18-20€