2016 ha sido un gran año para la inversión hotelera, pero no el mejor. En concreto, se han alcanzado los 2.155 millones de euros, lo que supone menos del 21% que en 2015, fecha en la que se consiguió el máximo histórico de la última década. De hecho, operaciones sonadas como la venta de los 19 hoteles de Merlin han supuesto un desahogo para los números del último año. Parece que el apetito inversor nacional se ha desinflado y deja paso al hambriento extranjero.
El 2016 se ha cerrado con más de 130 operaciones hoteleras en España. Es una buena cifra que muestra que el sector goza de buena salud. Pero no ha sido tan buena como para superar al ejercicio del 2015, el año récord, el año del verdadero boom.
Y es que varios factores han hecho que las cosas salgan de manera diferente. Tanto los últimos movimientos del año como el cambio que ha experimentado el perfil inversor han provocado que las cifras resultantes sean buenas, pero no las esperadas. Así lo muestra el informe realizado por la consultora inmobiliaria JLL Hotels & Hospitality Group, donde se refleja cómo ha evolucionado el sector durante el año.
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¿Dónde se ha ido la inversión?
De las 130 transacciones de activos hoteleros llevadas a cabo durante el 2016, en el 66% de los casos se debieron a operaciones de activos individuales. Un 34% correspondió a operaciones en cartera. Además, tal y como destaca Europa Press, ha sido en Madrid y Barcelona donde han tenido mayor protagonismo.
En concreto, la capital española ha recibido el 28% del total de la inversión, unos 597 millones de euros. Por detrás estaría la ciudad condal registrando el 16%, aproximadamente 344 millones de euros. Siguen Las Palmas y Fuerteventura y Málaga con más del 7% y Mallorca con un 6%.
Las operaciones del 2016
La venta de los 19 hoteles de la cartera de Merlin Properties a la francesa Froncière des Regions se adelantó a unos días de cerrar el año. Y aunque se haya terminado de cerrar entrado 2017, ha sido considerada como la gran operación del 2016. La venta de estas propiedades en cartera por valor de 535 millones de euros ha marcado el ejercicio esperado.
El informe refleja un año que en un principio iba a estar marcado por el protagonismo de las transacciones individuales con un 66% alcanzado, pero que operaciones como la de Merlin han marcado un resurgir de operaciones en cartera, que han llegado a representar el 34% del total.
La segunda gran operación del 2016 ha sido la venta del hotel Villa Magna de Madrid por parte del grupo Sodim SGPS al grupo turco Dogus por 180 millones de euros. Aunque si se tiene en cuenta el precio por habitación (1,2 millones de euros), ésta pasa a ser la mayor operación de la historia del mercado hotelero español. Un título que hasta ahora pertenecía a la compra del hotel Ritz en 2015 por 800.000 euros la habitación.
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¿Qué le ha pasado al perfil inversor?
La operación llevada a cabo por Merlin no ha sido importante solo por ser la más grande del año, sino también por registrar un cambio en el perfil inversor en España. Según el informe, los fondos de inversión han tenido un gran protagonismo en las operaciones realizadas durante el año.
Aunque las socimis nacionales y grandes cadenas han tenido su papel. Los grupos hoteleros también se han encontrado bastante activas, invirtiendo hasta 486 millones de euros.
De toda la inversión, más del 56% tiene origen extranjero. Una cifra que resalta teniendo en cuenta que solo fue de un 27% durante el 2015. Lo que significa una clara presencia extranjera frente a la muy reducida nacional. Un dato que el informe a punta a una situación dada por la venta de los 19 hoteles de Merlin.
Los hoteles que más han despertado el interés inversor han sido los de lujo, como ya se anunció el aumento del interés extranjero por los hoteles españoles de cuatro u cinco estrellas.
Perspectivas para el 2017
Los buenos resultados del turismo español han puesto al sector en el puntode mira del inversor extranjero. Éste ve una oportunidad en la compra hotelera y todo apunta a que marcará unos resultados parecidos para el 2017.
Las empresas nacionales se interesan cada vez más por desprenderse de la propiedad y quedarse con la gestión de los establecimientos. Un interés que marcará una nueva ola hotelera en España.