La polémica del fin de semana, con los tuits de Guillermo Zapata y Pablo Soto, concejales ambos de Ahora Madrid, en el escrutinio público, nos deja ante la obligación de pedir la dimisión o destitución de ambos concejales. Esta es una cuestión de principios en la que no caben explicaciones banales ni justificaciones pretendidamente amparadas en la defensa de la libertad de expresión. Ciertamente los representantes de la ciudadanía deben ser un ejemplo en sus comportamientos, en sus modos y en sus formas. Y en este caso Manuela Carmena no tiene mas remedio que apostar por la regeneración democrática.
La inconsciencia y la irresponsabilidad de haber publicado estos tuits conducen inevitablemente a sus autores a su inmediata dimisión o al cese fulminante por parte de Manuela Carmena que debería haber resuelto este asunto sin mayores vacilaciones desde el minuto uno. Asi las cosas la Alcaldesa debe aceptar o exigir ya la dimisión de Zapata y Soto, en aras de garantizar la viabilidad de su proyecto y apaciguar los ánimos, ya de por sí bastante exaltados.
En nuestros dos meses de vida, recién cumplidos, SABEMOS ha denunciado muchas de las políticas que se han llevado a cabo en el Ayuntamiento de Madrid. De hecho, Gallardón y la red de muy bien remunerados directivos que dejó durante su mandato protagonizan hoy nuestra portada. De la misma manera, creemos que el nuevo equipo de gobierno de la ciudad debe presentar la misma imagen de cambio tranquilo de la que Carmena ha intentado hacer gala durante la campaña electoral, y que le ha permitido llegar donde está hoy.
La mujer del César no sólo debe ser honesta, debe parecerlo. En realidad, poco importa ya por qué han sucedido las cosas. #ZapataDimisión se ha convertido en trending topic y el caso ha llegado hasta el New York Times. Políticos de todos los signos se han sumado al clamor y han dejado sin opciones a una Carmena que, recordémoslo, gobierna en minoría. Sin duda, las fuerzas que integran Ahora Madrid han aprendido una importante lección sobre la importancia de que cualquier persona que aspire a político borre sistemáticamente de sus redes sociales cualquier chascarrillo tabernario que hayan podido escribir en el pasado por cualquier motivo. Más allá del peligro de que todos podamos ser juzgados en el futuro por una mala ocurrencia puntual, estos concejales deberán dar un paso adelante y salvar de la quema al resto de su formación. Si no se presentan voluntarios, Carmena habrá de sacrificarlos.
Theodore Roosevelt dijo en una ocasión que el político más exitoso es aquel que dice a menudo, y en voz alta, lo que piensa la gente. Pues bien, en este caso la gente ha dejado claro que prefiere que los activistas más aficionados al humor negro sobre temas tabú se alejen de las instituciones y se queden en casa tuiteando. Recordemos la que le cayó a Toni Cantó por citar unas estadísticas incorrectas sobre violencia de género. Si hablamos de nuevos políticos y nuevas formas de hacer política, tendremos que buscar nuevas formas de decir las cosas, también en redes sociales. La previsible sustituta de Zapata en la lista, Alba López Mendiola, con un perfil mucho más polémico y declaraciones mucho más sonadas, ya ha borrado su cuenta.
¿Oyen ese ruido de teclas? Son todos los políticos del país repasando sus timelines de Twitter y asegurándose de que algo así no les pueda pasar a ellos.