El mundo está cambiando. El peso de las empresas tecnológicas ha viajado (aunque lo hizo hace tiempo) de Occidente hasta Oriente, y más concretamente a China. De este modo, no resulta raro que una empresa europea como Nokia haga referencias a Huawei -origen chino- para explicar cómo será su estrategia de ahora en adelante (y cómo está condicionada).
Suena a tópico, pero una vez que se produzca la unión de Nokia Networks y Alcatel-Lucent se creará un gigante tecnológico que pretende (como todos) ser líder en su sector. Y no solo eso, sino que según su CEO, Rajeev Suri, uno de los principales objetivos será afrontar el desarrollo de nuevas áreas comerciales al margen del negocio con los operadores de telefonía. Asimismo, según el responsable del grupo tecnológico, tras la adquisición de Alcatel pretenden ser la alternativa occidental de Huawei.
Así lo ha manifestado en una de sus primeras entrevistas desde que se anunció cómo quedaría la estructura organizativa de la compañía que formarán Nokia y Alcatel. Ha sido al diario ‘Economic Times‘ y sus palabras suponen un reto ambicioso en el enésimo renacer de una empresa que en estos momentos solo es una marca del pasado intentando conquistar otro negocio.
Las palabras de Suri, en realidad, están bastante más cerca de los problemas y necesidades a los que se enfrenta Nokia, que a la tradicional fanfarria de proyectos e inversiones que recorre el sector tecnológico. Concretamente ha anunciado la apertura de un laboratorio para el desarrollo de tecnología 5G en la India para diciembre, pero sobre todo se ha centrado en los conflictos que reviste la adquisición de Alcatel y el futuro que tienen por delante.
Uno de los primeros temas a tratar será el impacto que tendrá la compra en los empleados. Suri no ha precisado en qué áreas se producirán los despidos, aunque cree que la parte de administración y algunos segmentos de innovación pueden ser los afectados. Otra de las cuestiones a las que atenderán de manera especial es la propia cultura empresarial. El directivo opina que se subestima esta cuestión al afirmar que al final lo importante son las personas.
Por otra parte, también ha anunciado que no habrá problema en reducir los márgenes comerciales con el fin de aumentar las inversiones. Se pone unas metas muy altas: Google y Facebook. Estima que en determinados segmentos quiere llegar a esa posición.
La competencia en casa
Parece lógico que mirar a Huawei sea lo acertado. Se trata de uno de los líderes del mercado en el despliegue y desarrollo de redes, pero no es el único. ¿Qué pasa con Ericsson? En este sentido el CEO de Nokia ha especificado que son más los puntos de fricción que tienen con los chinos, debido a que comparten competencia directa en el desarrollo de soluciones IP, que para ellos se presenta como su principal amenaza.
Aunque todo eso puede tener arreglo, en este caso para Ericsson que trasladaría más presión a Nokia. Y es que desde que a principios de año se empezó a fraguar la compra de Alcatel, no han dejado de llegar rumores sobre movimientos corporativos de compra en la casa de Ericsson.
Los analistas de Credit Suisse, por ejemplo, dan tres nombres: Juniper Networks, Ciena y la parte de infraestructuras de Samsung. Aunque haciendo un análisis real de mercado y las necesidades de Ericsson, éstos se inclinan por Juniper. Creen que al tener una amplia experiencia, así como una buena cartera de clientes, en el ámbito de las soluciones IP, sería la adquisición necesaria para que los suecos no perdieran el carro. No obstante, el pasado verano Ericsson quiso salir al quite y desmintió que tuvieran ningún tipo de interés en Juniper o cualquier otra empresa.
Lo que sucede es que la realidad se muestra tozuda. Una vez que Nokia y Alcatel-Lucent unan fuerzas y las sinergias empiecen a funcionar, será un player de mucha envergadura. Por el camino, eso sí, deberá resolver algunos asuntos de profundo calado: los despidos. Es más, los movimientos sindicales franceses ya temen el descalabro que puede haber en la parte gala de la compra.
Imagen | ‘bloomberg.com‘