El calendario aboca a repetir los comicios legislativos en primavera si el bloqueo político no se salva en las próximas semanas. Rajoy ya ha adelantado que volvería a ser el candidato del PP. El PSOE se debate entre posponer o no el congreso federal donde Sánchez sometería a juicio su liderazgo.
Domingo 22 de mayo o domingo 29 de mayo. Las nuevas elecciones generales a las que parece abocada España tendrían lugar en una de esas dos fechas, si los plazos previstos se cumplen con cierto rigor. El bloqueo político en el Congreso parece a estas alturas insalvable pero aún quedan por delante semanas de negociación que tendrán su parte de interés en desencallar la situación y su parte de escenificación de que se hace lo posible por lograrlo. Lo único seguro ahora mismo es que el miércoles 13 de enero se constituyen las Cortes.
El día 13 se constituyen las Cortes y se elige a su presidente, primer hito de la legislatura
Ese día se designará la Mesa del Congreso, haya o no acuerdo previo de los grupos parlamentarios. De momento, PP y PSOE han manifestado su intención de optar a la presidencia, que se elige por mayoría absoluta en primera votación o por mayoría simple en segunda. Si en la primera ronda ningún candidato alcanza 176 votos, habrá una segunda en la que se dará a elegir entre los dos más votados. La falta de apoyos del PP hace pensar que será el presidenciable socialista quien se lleve el gato al agua en una sesión donde no cabe la abstención.
Después, será el turno de elegir a los cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios de la Mesa. Aquí solo hay una votación para los primeros otra para los segundos, resultando nominados los más votados. Los grupos normalmente pactan para repartirse apoyos entre unos y otros pero en esta ocasión todo está aún en el aire. Podemos ni siquiera ha participado en las conversaciones exploratorias para eludir «el juego de sillones», pese a que será ese órgano quien determine si puede o no formar cuatro grupos parlamentarios, como pretende.
Superado ese trámite, es el turno del Rey, que debe iniciar los contactos para postular un candidato a la presidencia del Gobierno. Mariano Rajoy ha asegurado que se presentará al primer debate de investidura, tenga o no apoyos suficientes para salir elegido. El PSOE ha dicho que este es el tiempo de la fuerza más votada y no explorará la posibilidad de construir una alternativa hasta que se refrende el “no” al PP.
El referéndum de Podemos, clave
No se espera que esa primera sesión de investidura se retrase más de dos o tres semanas desde la constitución de las Cortes. El 26 de enero o el 2 de febrero tendría lugar la primera votación, para la que Rajoy necesita mayoría absoluta, y 48 horas después la segunda, donde le vale la simple. Una y otra están hoy muy lejos para el presidente del Gobierno en funciones. Solo un imprevisible cambio de postura del PSOE -cuya negativa a entenderse con el PP puso por escrito su último comité federal- haría que el candidato popular reeditara mandato.
Los críticos con Sánchez podrían presentar una alternativa a su candidatura en unas hipotéticas primarias
Rechazada su investidura, sería el tiempo de Pedro Sánchez, que no lo tiene mejor que Rajoy. El líder socialista ha asegurado que hará todo lo posible por lograr un pacto de izquierdas y evitar nuevas elecciones, pero su partido le ha marcado la línea roja: no podrá ni siquiera sentarse a hablar con Podemos si antes Pablo Iglesias no renuncia al referéndum de autodeterminación que defiende para Cataluña. Iglesias es a su vez preso en este punto del pacto con Ada Colau y formaciones nacionalistas de Valencia y Galicia, que le llevó a incluir dicha consulta en su programa electoral y el derecho a decidir entre las cinco “garantías constitucionales” que propone su partido. Muchos de sus barones regionales reconocen ya abiertamente que no hay más solución que celebrar nuevos comicios.
Con todo, lo esperable es que Sánchez se presente a una sesión de investidura, dentro de los dos meses de plazo que se abren para elegir presidente desde celebrada la primera. El límite es, pues, finales de marzo o primeros de abril. Agotado ese tiempo, las Cortes serían disueltas y los nuevos comicios convocados con el obligatorio plazo de 54 días que marca la ley. Eso nos lleva al mes de mayo, con los días 22 y 29 como fechas más probables para la nueva cita con las urnas.
A ella concurriría de nuevo Rajoy como el cabeza de cartel del PP. O esa es su intención, tal y como aseguró el martes. Lo mismo trataría de hacer Sánchez en el PSOE, si bien aquí el nivel de contestación interna sería alto. De hecho ya hay barones que abogan por no posponer el congreso federal que toca en marzo y donde la actual dirección se sometería a juicio. Ferraz, en cambio, es partidaria de no abrir ese debate hasta que el bloqueo institucional se despeje o se salde definitivamente con nuevas elecciones. En cualquier caso, los estatutos del partido obligan a celebrar primarias para elegir el candidato a la presidencia del Gobierno y los críticos con Sánchez podrían aprovechar esa ocasión para promocionar una alternativa.