Hay regiones del mundo que todavía están por explorar empresarialmente. África es una de ellas. Sobre todo en el ámbito de las telecos, donde los operadores de momento se acercan de forma muy tímida y con pequeñas compras. Este es el caso de Orange.
Concretamente el grupo galo ha llegado a un acuerdo con Cellcom Telecommunications para adquirir, a través de su filial Orange Costa de Marfil, el 100% de la subsidiaria de Cellcom en Liberia, el operador líder en el país, compra con la que pretende impulsar su crecimiento en África, según informa en un comunicado.
Orange no ha desvelado el importe de la operación, pero sí ha querido dejar claro que se trata de una estrategia de desarrollo internacional, con la que pretende acelerar su crecimiento entrando en nuevos mercados emergentes con elevado potencial. En su opinión, la compra de Cellcom Liberia le permitirá fortalecer su posición en África, que es una de las «prioridades estratégicas» del grupo.
Orange aportará su experiencia en marketing y sus capacidades técnicas de primer nivel para fortalecer la red del operador adquirido, mejorar los servicios a los consumidores y contribuir al crecimiento económica de Liberia.
Por el momento no ha habido movimientos de los grandes operadores europeos en suelo africano. Gran parte de los procesos de internacionalización han puesto su foco en Latinoamérica. El desarrollo de infraestructuras quizá sea uno de los problemas más grandes a la hora de llegar a África. Por eso, la mayoría de acciones corporativas pasan por adquisiciones de operadores locales que tienen ya realizados los despliegues e inversiones.
En Francia a la espera
Mientras, la operación en Francia entre Orange y Bouygues Telecom sigue a la espera de nuevos acontecimientos. Hace unos días ambas partes confirmaron que mantienen «discusiones preliminares» con vistas a su fusión. Bouygues explicó en un comunicado que ha firmado un «acuerdo de confidencialidad» con Orange para el desarrollo de esas conversaciones, antes de puntualizar que por ahora «no se ha tomado ninguna decisión y nada garantiza el término de esas discusiones preliminares».
No obstante, el proceso siempre dependerá de la decisión final que tome Bruselas.