Orange ha propuesto a los representantes de los trabajadores en la primera reunión de la mesa negociadora que todas las bajas que se produzcan dentro el expediente de regulación de empleo (ERE), que afecta a 550 empleados de ambas empresas, sean totalmente “voluntarias».
«Según los compromisos de responsabilidad social del grupo Orange, se propone que la adscripción al plan sea exclusivamente voluntaria«, informa la operadora, que ha propuesto una serie de medidas como esta que buscan «facilitar el acercamiento de posturas» en la negociación. En esta línea, Orange también se ha comprometido con los representantes de los trabajadores a presentar un plan de prejubilaciones diseñado para los empleados de mayor edad y a ofrecer a todas las personas que se acojan a este plan un programa externo de recolocación.
Otro de los compromisos manifestados por la empresa es que en los procesos de selección de los 300 nuevos puestos de trabajo anunciados se valorará «con carácter preferente» las candidaturas de las personas que se hayan acogido al plan.
Las negociaciones entre la empresa y los representantes de los trabajadores han arrancado este miércoles tras la constitución de la mesa en la que se negociará el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado en ambas empresas, cuya fusión se hizo efectiva el pasado lunes. En esta mesa, están sentados 10 representantes de CC.OO. –tres de Jazztel y siete de Orange–, dos de UGT y uno de la organización de trabajadores UTJ, así como otros 13 representantes de la parte empresarial.
Orange explica que en esta primera reunión ha trasladado a la representación legal de los trabajadores las conclusiones del análisis detallado sobre el empleo que la compañía ha realizado durante los últimos meses y en el que se ponen de manifiesto ciertas duplicidades e ineficiencias.
El proceso de negociación continuará desarrollándose en las reuniones que la Comisión Negociadora celebrará durante las próximas semanas y que está previsto concluyan a mediados del mes de marzo.
La propuesta de Orange
La propuesta de la operadora contempla la supresión de hasta un máximo de 550 empleos en aquellos centros donde hay duplicidades, principalmente Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Valladolid, así como la creación de 300 nuevos puestos de trabajo en las plataformas de atención al cliente propias que tiene en Oviedo y Guadalajara. Por el contrario, quedaban excluidos de los despidos el resto de los centros de trabajo de Orange en España, así como los empleos de las tiendas propias que la compañía tiene en el país, la plantilla de Simyo y Orange Catalunya Xarxes de Telecomunicacions.
El plan tampoco afecta a las plataformas de atención al cliente propias de Guadalajara, Oviedo y Bogotá (Colombia). De hecho, en los dos centros que tiene en España creará 300 nuevos puestos de trabajo, lo que supone un crecimiento del 17% de la plantilla de ambas plataformas.
La empresa afirmaba el 28 de enero, cuando anunció el plan de ajuste, que ha realizado un «análisis en profundidad» del empleo en el contexto del proceso de integración de Orange y Jazztel, con el fin de seguir con la actividad de la empresa de la forma «más eficiente y competitiva posible».
Así, remarcaba que las conclusiones de este análisis ponen de manifiesto «ciertas duplicidades y solapes en varias funciones», así como la oportunidad de incrementar el empleo en los centros de atención al cliente propios en España, por lo que ve necesario llevar a cabo un plan de ajuste de empleo.