Los 225 millones de euros del PIVE 8 que ha aprobado el Consejo de Ministros se suman a los 890 millones que lleva ya gastados el Gobierno desde el primer plan de ayuda a la compra de automóviles.
Allá por 2012, el Ejecutivo anunció el primer plan PIVE (Programa de Incentivo al Vehículo Eficiente), para estimular la compra de vehículos nuevos, con lo que buscaba rejuvenecer el parque automovilístico y, de paso, activar el renqueante consumo de la economía española. Tres años después, el Gobierno ha superado los 1.000 millones invertidos en las sucesivas ediciones del plan.
El último Consejo de Ministros ha aprobado lo que la industria del motor ansiaba, aunque lo diera por descontado: el plan PIVE 8, dotado con la mayor cuantía consignada hasta ahora, 225 millones de euros de una tacada.
El Ministerio de Medio Ambiente también ha aportado 62,8 millones de euros en subvenciones
Pero las del PIVE no son las únicas subvenciones a la adquisición de autos. A los 1.115 millones apoquinados por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el marco de este programa hay que sumarles las ayudas a la compra de vehículos impulsadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Dentro del Plan PIMA (Plan de Impulso al Medio Ambiente), se han comprometido 62,8 millones para estimular la renovación del parque de vehículos comerciales ligeros (53,1 millones), tractores (5 millones) y vehículos industriales y autobuses (4,7 millones). Ya van 1.177,8 millones.
Además, a estas dos iniciativas hay que sumarles los 27 millones que Industria ha consignado para el plan de ayuda a la compra de vehículos eléctricos (Movele) desde 2013.
La factura, 1204,8 millones de euros invertidos desde 2012. Eso sí, el Ministerio ha advertido que va a ser el último PIVE.
Esta inversión ha servido para renovar el parque automovilístico español y así cumplir con el objetivo principal de estas medidas: reducir el consumo energético con autos más eficientes. Industria ha explicado que gracias a los planes PIVE se han sustituido 890.000 vehículos. Además, España ha alcanzado un ahorro energético de 308 millones de litros de combustible al año y ha reducido los gases de efecto invernadero en 634.000 toneladas de CO2 al año.
Pero, de paso, estos más de 1.000 millones han auxiliado a los fabricantes y vendedores de coches, que de otra forma habrían sido arrastrados a una debacle comercial, a tenor de la debilidad del consumo español como consecuencia de la crisis.
Un salvavidas para el sector
La patronal de fabricantes Anfac ha estimado en un comunicado que el PIVE 8 le va a facilitar al Estado una recaudación fiscal de casi 1.200 millones de euros entre matriculación, IVA y otros impuestos. Además, ha asegurado, este plan le reportará a la economía española 3.400 millones de euros, «debido a su fuerte capacidad de arrastre de otros sectores».
La medida afectará a 300.000 nuevos vehículos, según la organización, y de paso ayudará al sector a vender -y, por lo tanto, producir- más autos. «Este Plan para 2015 -ha explicado Anfac- se produce en un momento propicio también para las factorías españolas, coincidiendo con la salida de las líneas de producción de nuevos modelos adjudicados recientemente».
Por su parte, la patronal de concesionarios Faconauto ha indicado en otro comunicado que el PIVE 8 es «clave para afianzar la recuperación del mercado» de los automóviles. Ambas organizaciones han subrayado la importancia de esta medida para volver a alcanzar la cifra del millón de vehículos, el mojón en el que sitúan la lozanía del sector.
Anfac: “Los planes PIVE y PIMA Aire están siendo el motor del incremento en el volumen de ventas de vehículos»
“Es imprescindible para el mercado, la economía y la seguridad vial de nuestro parque una continuidad del Plan, al menos durante todo 2015”, indicó a SABEMOS el director de comunicación de Anfac, David Barrientos. “Los planes PIVE y PIMA Aire están siendo el motor del incremento en el volumen de ventas de vehículos en los últimos meses”, añadió.
En este caso, los deseos del motor han sido órdenes para Industria. Eso sí, ya pueden ir pensando los vendedores y fabricantes de coches en otras formas de estimular la demanda porque el PIVE, después de su octava entrega, se ha acabado.
La duda siempre quedará sobre lo que habría pasado si nunca se hubiera puesto en marcha este programa de incentivos públicos a la compra de autos, qué impacto habrían tenido la contracción del consumo y la subida del IVA de 2012 en las fábricas de automóviles y en los concesionarios.
Foto: Flickr – Epsos De