El grupo de apartamentos turísticos pretende alcanzar los 100 millones en ventas y los 8.000 apartamentos en el mercado español en 2020.
Pierre & Vacances aterrizó en España hace ahora diez años. El grupo francés se estrenó aquí con un modelo de explotación de complejos de apartamentos turísticos y apartahoteles que ya estaba asentado en su país de origen. Y de la nada, en esta década la compañía ha creado una red de 45 complejos turísticos, que cuentan con algo más de 4.000 apartamentos (unas 20.000 camas), y el año pasado superó los 40 millones de euros de facturación.
Ahora los planes pasan por seguir creciendo en España, con el objetivo de convertirla en mercado estratégica para la compañía. Pierre & Vacances sumará este año otros cinco complejos más (dos en la Costa Brava, una en la Costa Dorada de Tarragona, uno en Calpe y otro en Andorra) y alcanzar unos ingresos de 50 millones de euros al cierre del ejercicio.
Pero el grupo aspira a más y ha diseñado un plan de expansión que le llevará a duplicar su tamaño en el mercado español. El objetivo para 2020 es que P&V gestione una red de 8.000 apartamentos y alcanzar una facturación de 100 millones de euros, según ha desvelado en rueda de prensa el presidente de la filial española de la compañía, José María Pont.
Promoción propia, estreno en la franquicia y crecer en ciudades
Y en su estrategia, que permitiría sumar otros 40 o 50 complejos en cinco años, P&V seguirá recurriendo de manera prioritaria a acuerdos de gestión y alquiler, pero también se dispone a introducir en el mercado español el modelo de franquicias que ya utiliza en otros países.
En paralelo, la compañía estudia liderar también la construcción propia de proyectos en zonas en que empieza a agotarse el stock de activos inmobiliarios heredero aún de la explosión de la burbuja. Según Pont, se estudia la promoción de proyectos en Costa Brava, en Baleares (singularmente Mallorca e Ibiza) y en algunas localidades de la Costa del Sol.
Cuando los proyectos son construidos directamente por P&V entra en juego la actividad puramente inmobiliaria del grupo. Y es que la compañía vende estos activos tanto a fondos de inversión como a inversores particulares, a los que ofrece rentabilidades fijas de entre el 3,5% y el 5% al año a cambio de la explotación turística de los apartamentos durante periodos de entre 10 y 15 años.
En su proceso de expansión, Pierre & Vacances también quiere llevar su oferta al norte de España –ahora se concentra exclusivamente en el Mediterráneo- y busca oportunidades de negocio en Cantabria y País Vasco. Y, al tiempo, quiere ampliar su presencia en ciudades españolas. Ahora sólo está presente en Barcelona y Sevilla, pero mantienen como objetivo prioritario Madrid y también sondean oportunidades en Bilbao.
En su intento de ganar posiciones en el negocio urbano, Pierre & Vacances crecerá en solitario con su marca cuando el proyecto esté destinado fundamentalmente a los viajes vacacionales, y pretende apoyarse en la empresa conjunta que mantiene con el grupo hotelero Accor para complejos más orientados a los viajes de negocios y que se explotarían con la marca Adagio.