Iglesias desprecia al PSOE, acusa a Rivera de «trabajar para los ricos» y presenta a su partido como la «única alternativa» al PP. La plana mayor de la formación acude a la cita de Zaragoza, clave en esta campaña, y reúne a cinco mil fieles en un multitudinario mitin.
El día estaba marcado en rojo para Podemos. El del jueves 21 de mayo en Zaragoza era el acto electoral más importante de la campaña, por encima incluso del cierre de hoy en Madrid y de los otros dos actos centrales -en Alicante y Oviedo el pasado fin de semana-. Las buenas perspectivas de su candidato aragonés, Pablo Echenique, hacen a la formación morada soñar con ser la primera fuerza de la izquierda y liderar un Gobierno que desbanque a la popular Luisa Fernanda Rudi tras las elecciones del domingo. Y para darle el último empujón a la campaña de Echenique se desplazó ayer en bloque la dirección.
Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Rafael Mayoral, Irene Montero… ningún peso pesado faltó a la cita en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, abarrotado por cinco mil simpatizantes desde primera hora de la tarde. Iglesias sabe que los necesita a todos el domingo y que requiere también que cada uno de ellos convenza a cinco personas más -como repite en sus mítines- y aún así todavía necesitará varios miles de votos adicionales para lograr el perseguido sorpasso. “Un esfuerzo más”, les rogó en su intervención, “hablad con todas las personas que tengan dudas, que esta vez sí que vamos a poder”.
De Errejón a Bescansa pasando por Montero y Mayoral, nadie faltó a la cita de Zaragoza
El secretario general ha añadido estos días a sus dos tradicionales mantras -el cambio y la gente- un nuevo sintagma: voto útil. El panorama ha cambiado mucho en poco tiempo y les ha pillado a contrapié. Ya no vale sólo con plantear la dicotomía PP-Podemos porque, tal y como él mismo reconoce, el PSOE está aguantando más de lo previsto y ha entrado un nuevo competidor en juego -Ciudadanos- al que no se puede asociar con la denostada casta.
Por ello, Iglesias redobla sus esfuerzos con un ataque a tres bandas que empieza a pasarle factura incluso físicamente. “Me dicen los periodistas que parezco cansado, pues claro que sí”, admitió ayer desde el atril, “pero le debo algo” a los voluntarios que hacen campaña por su partido. Así que perseverará aunque el domingo sus compañeros le tengan que llevarle “a rastras” a votar.
En esa estrategia triangular prevalecen los ataques al PP. Ayer Iglesias ironizó sobre los “zombies” rescatados para esta ocasión, en referencia a Aznar y Aguirre, cargó contra una “forma de gobernar” que es igual a “corrupción” y no escatimó epítetos contundentes contra los populares, que a la misma hora llenaban la plaza de toros de Valencia, otro de los lugares por los que Podemos apostó fuerte en estas elecciones. “El problema es que son inútiles, ineficaces, no sirven”, proclamó al término de la primera parte de su discurso.
El PSOE no existe y Ciudadanos es igual al PP
Luego le llegó el turno a PSOE y Ciudadanos. Iglesias no tiene piedad con Pedro Sánchez, cuyo proyecto quiere fagocitar por completo. Y lo hará, espetó a la familia socialista, “aunque remanguéis la camisa de ese profesor de universidad privada”. Sabedor de que su fuerza está mayormente entre los jóvenes, persigue expandirse entre los mayores –“les quiero ver de la mano con sus nietos votando por el cambio”-, los que votaron a Felipe González “en el 82 con ilusión”. A esos les aseguró que el PSOE de ahora no es el de antes y que “votar socialista en 2015 es votar morado”, “os lo digo yo que soy nieto de socialistas y no me llamo Pablo Iglesias por casualidad”. “Bienvenidos a vuestra casa, bienvenidos a vuestro partido”, clamó.
La palabra ‘ciudadanos’ no la nombra Iglesias con la misma asiduidad, dedicando al partido de Albert Rivera ataques más indirectos, aunque nada velados. “El problema no es que seas de derechas, el problema es que trabajas para los ricos”, le dijo al presidente de Ciudadanos inmediatamente después de acusarle de estar “al dictado del Banco Sabadell”.
«Algunos juegan con dos equipaciones: azul en casa y naranja de visitante»
Y como su estrategia es la clásica de dar a elegir entre dos opciones antagónicas, tras decir que el auténtico socialismo es el suyo trata de demostrar que Rivera y Rajoy son lo mismo. “Algunos juegan con dos equipaciones: equipación azul cuando juegan en casa y equipación naranja cuando juegan de visitante, que nadie se equivoque”, aseveró utilizando una de sus socorridas metáforas deportivas.
Así, asumido el PSOE por él y asimilado Ciudadanos al PP, Iglesias se presenta como la única alternativa a la actual hegemonía popular: «El único voto útil es el morado». “No cejéis en vuestra tarea de convencer a todos los que tengan dudas, el guion no está escrito”, proclamó como ruego final, en una actitud que evidencia la mella que han hecho las encuestas. Podemos ya no da por hecho nada, sabe que necesita la movilización de todas sus bases para obtener un buen resultado el domingo y a adjudicarse el “voto útil” dedica sus últimos esfuerzos.
Mucho más social fue el discurso de Echenique, que cerró un acto en el que previamente habían intervenido, además del secretario general, Errejón, Mayoral, Montero o Bescansa. El candidato aragonés solo habló de política nacional al comienzo de su speech –para satirizar la “artillería” sacada por el PP en su “humilde tierra”, donde Aznar, Rajoy y Santamaría acudieron a apoyar a Rudi-, y dedicó el resto del tiempo a hablar de lo que hará cuando llegue al Gobierno regional, reivindicar “el país del 15-M, el país de Podemos” y zanjar que “somos el mismo pueblo del que nos sentimos orgullosos”.
Echenique también tuvo palabras para expresar su deseo de ver “a Pablo en la Moncloa” en otoño y conminó a todos a hacer balance de su gestión “dentro de cuatro años”. Para conseguirlo, “toca ser valientes”. Y remontar unas encuestas que poco tienen que ver hoy con lo que reflejaban hace unos meses.