Los empresarios españoles y el Gobierno defienden la ampliación del Canal de Panamá como un éxito para el país y para el sector de las infraestructuras. Un optimismo a prueba de controversias por los sobrecostes -que habrá que ver si se pagan- y de dudas sobre su rentabilidad.
“Es un éxito para Sacyr, para la ingeniería española y para España”, ha resumido el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, durante un evento en el que las obras del Canal de Panamá han sido el principal hito destacado de la contribución de la ingeniería civil española a la Marca España.
Manuel Manrique, presidente de Sacyr: “Es un éxito para Sacyr, para la ingeniería española y para España”
Así lo ha reconocido también la embajadora de Panamá en España, María Mercedes de la Guardia de Corró. “Nos sentimos honda y profundamente orgullosos de haberlo logrado y consideramos que España debe sentirse igual porque esta es una obra construida en un país pequeño pero una obra relevante para toda la Humanidad”, ha asegurado la embajadora.
Efectivamente, las cifras son gigantescas: 70 millones de metros cúbicos de terreno excavado,1,6 millones de toneladas de cemento y 192.000 toneladas de acero, entre otros materiales, han sido necesarios para concluir una obra faraónica, que permitirá doblar el tráfico de mercancías por el istmo centroamericano.
El Canal de Panamá es motivo de orgullo para el presidente de Sacyr, que se ha mostrado exultante ante el logro alcanzado por su compañía, pero la jornada España Construye, organizada por Marca España, ha servido también para añadir el regocijo de todo el sector constructor a la alegría de Manrique.
“El éxito de cada uno de nosotros es el éxito de todos”, ha indicado el consejero delegado de OHL, Josep Piqué, habitual adversario de Manrique en los concursos y licitaciones de obra civil en todo el mundo. De hecho, los representantes de otras grandes constructoras españolas -Acciona, ACS, Ferrovial- que han acudido al evento le han dado la enhorabuena al presidente de Sacyr, al tiempo que han resaltado la importancia de este proyecto para todo el sector de la ingeniería civil española.
Aunque la obra no ha sido un camino de rosas, como ha dicho el presidente de Sacyr.
Contratiempos en el extranjero
“El balance es enormemente positivo, a pesar de que en algunos momentos hemos pasado por momentos difíciles”, ha reconocido Manuel Manrique.
Las dificultades estriban, sobre todo, en las modificaciones que ha tenido que ejecutar el consorcio constructor y en el consiguiente conflicto con el Gobierno panameño a cuenta del pago de los sobrecostes de la ampliación del Canal de Panamá. El Ejecutivo del país centroamericano no se ha mostrado dispuesto a abonar toda la factura que reclama Sacyr, dado que la constructora reconoce un coste de 5.581 millones de dólares mientras que el presupuesto se cerró en 3.200 millones.
El conflicto entre la empresa y Panamá sigue en los tribunales. Aunque la compañía confía en cobrar parte de estos sobrecostes todavía no sabe si obtendrá los suficientes beneficios para cubrir lo que se ha gastado, tal y como admitieron algunos ejecutivos al puñado de periodistas españoles que se desplazaron al istmo recientemente.
Sacyr reconoce un coste de 5.581 millones de dólares mientras que el presupuesto se cerró en 3.200 millones
El disgusto ya se lo llevaron. Y las consecuencias para la imagen de la Marca España y de Sacyr fueron lo bastante grandes como para que el Gobierno se movilizara en defensa de los intereses de la constructora a comienzos de 2014.
“Es verdad que en el Canal de Panamá hemos pasado por momentos regulares. Hubo un verano que no se lo deseo ni a mi peor enemigo”, ha confirmado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo.
Pero el Ejecutivo español también ha tenido que ayudar a otras empresas españolas que participan en la construcción de grandes infraestructuras en el extranjero. La ministra de Fomento, Ana Pastor, tuvo que viajar con anterioridad a Arabia Saudí para lidiar con las autoridades locales, que criticaban los contratiempos acumulados que lastraban el desarrollo de la línea férrea de alta velocidad entre Medina y La Meca.
El presidente del ente público Ineco, Jesús Silva, ha reconocido en declaraciones a los medios de comunicación que existen también sobrecostes en la construcción del AVE a La Meca, aunque el Gobierno saudí los está admitiendo. Eso sí, el directivo ha subrayado que el proyecto se entregará dentro del plazo estipulado, con lo que podría estar en marcha a lo largo del primer trimestre o semestre de 2017.
El Canal de Panamá y el AVE a La Meca son dos proyectos no exentos de complicaciones adjudicados a consorcios liderados por empresas españolas durante tiempos de crisis. Son megacontratos que han conseguido paliar desde el extranjero el parón de la obra civil en España, un mercado en el que se han notado las restricciones presupuestarias.
Las infraestructuras en España
ACS factura el 40% de sus ingresos en Norteamérica, el 30% en el Sudeste Asiático y tan sólo el 25% en Europa, según el director general corporativo de ACS, Ángel García Altozano. La multinacional presidida por Florentino Pérez es un ejemplo del giro hacia el exterior que ha vivido la construcción española, empujada a otros países porque “ha habido más oportunidades en los mercados internacionales que en España”.
“Conviene mantener un nivel de inversión suficiente para no espantar los recursos de la industria”, ha reclamado García Altozano, en contraposición con las palabras optimistas de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que también ha acudido a la jornada España Construye.
Ana Pastor: “Hemos invertido muchos recursos en obra pública y seguimos invirtiendo”
“Hemos invertido muchos recursos en obra pública y seguimos invirtiendo”, ha afirmado la titular de Fomento, un departamento que ha reducido significativamente las licitaciones de obra pública en los últimos meses.
García Margallo y Pastor han aprovechado el encuentro sobre infraestructuras para defender su gestión y hacer un poco de precampaña a costa de los “éxitos” de las constructoras españolas en el exterior.
Eso sí, García Margallo ha llamado a todos los partidos a reivindicar la Marca España durante la campaña y, además, ha admitido una “cuota” de reconocimiento al anterior Gobierno y a su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ya que el contrato de Panamá se lo adjudicó Sacyr en 2009.
Más militante se ha mostrado Ana Pastor, quien ha adelantado que el Partido Popular se dedicará durante los próximos 4 años a mejorar el nivel de las infraestructuras españolas. “Si los ciudadanos nos apoyan”, ha matizado. “Progresos importantes, pero mucho por hacer. Eso es lo que quiere el presidente, Mariano Rajoy. Y por eso, a pesar de la crisis ha seguido actuando para que muchas de estas infraestructuras se pusieran en marcha”.
Foto: Efe