Lidiar con los servicios de atención al cliente de las compañías de internet se ha convertido en un básico. Desde los insistentes comerciales con ofertas de ADSL irresistibles, hasta las largas esperas al teléfono para gestionar cualquier incidencia.
Pero si hay un trámite que lleva de cabeza a todos los usuarios es el tema de las penalizaciones. ¿Sabemos en qué casos nos pueden poner una sanción económica y de cuánto puede llegar a ser? Desde el comparador HelpMyCash.com nos sacan de dudas.
No pagar una factura a tiempo sale caro
Uno de los problemas que nos podemos encontrar es que nuestro banco devuelva el recibo de nuestra compañía. Y es que, además de que nuestro banco puede cobrarnos una comisión por descubierto, nuestra operadora también nos sancionará.
Por ejemplo, no pagar a tiempo la factura de internet de Vodafone conlleva una penalización de 20 euros, al igual que en MásMóvil. Orange aprieta un poco más a sus clientes con una sanción de 21,78 euros, tal y como sucede en Jazztel. Pero la peor parte se la llevan los clientes de Movistar, que suma 30,25 euros en concepto de multa.
Además de este incremento en la factura, debemos tener en cuenta que la compañía podrá cortarnos la línea si no ponemos al día nuestros pagos en un mes. Esto supone que, además de quedarnos sin servicio, reestablecerlo también tendrá un coste.
Quedarnos con el ‘router’
Otro de los motivos que conlleva una sanción económica es no devolver el material que la operadora nos presta para disfrutar de sus servicios. Pese a la tendencia a pensar que es un regalo (por aquello de que lo ofrecen gratis), la realidad es que es una cesión.
En este caso las penalizaciones varían en función del aparato que tengamos. Así, por ejemplo, Movistar especifica que tenemos de margen 15 días naturales para entregar todo el material. En caso de no devolver el teléfono fijo supone una sanción de 10 euros, el coste del router ADSL sube hasta los 31,46 euros y el de fibra roza los 100 euros. Sus rivales no se quedan atrás y cobran entre 50 y 110 euros por el router, en función de la compañía.
Romper el contrato, el verdadero negocio
Pero si hay un coste que nos puede dejar helados es el que nos puede cobrar la compañía por romper el compromiso de permanencia. Pese a que existe la creencia de que solicitarlo dentro de los primeros 14 días nos puede evitar la sanción, lo cierto es que ya no.
Las principales compañías del país se han cubierto las espaldas ante los amagos de portabilidad y ya cuentan con una cláusula dentro de sus contratos en la que se especifica que el desistimiento de los servicios puede conllevar un cargo. En concreto, el operador nos podrá cobrar hasta 260 euros (en el caso de Jazztel) en concepto de gastos de gestión e instalación.
Lo mismo sucede en aquellos paquetes que se comercializan bajo el eslogan “sin permanencia”. Y es que, pese a no decirlo abiertamente, éstos también exigen un mínimo. Por ejemplo, Movistar señala que deberemos estar tres meses para compensar el coste de la instalación y la tramitación de nuestra línea, por la cual no cobra en el momento de la portabilidad. Por tanto, romper el contrato antes de este tiempo supondrá pagar una sanción económica.
En definitiva, intentar evitar las penalizaciones de las compañías es bastante complicado, puesto que sus contratos reflejan todos estos puntos. No obstante, siempre podemos sufrir algún cargo que consideremos desproporcionado o por un motivo que no entendemos. En estos casos siempre es importante defender nuestros derechos. Para ello, desde el comparador HelpMyCash ofrecen la guía gratuita “¿Cómo defender tus derechos frente a las telecos?”.